Ecuador
Tammy Carvajal vive una montaña rusa de emociones con sus retoños
Tammy valora profundamente su maternidad y se enfoca en criar a sus hijos de manera libre y natural, disfrutando cada momento.
La maternidad es como una montaña rusa de emociones, implica esfuerzo, sacrificio, adquirir nuevos hábitos y dejar otros y, al final del día, sentir que todo valió la pena. Eso es lo que sabe Tammy Carvajal, quien a sus 32 años se subió a uno de los vagones sin comprar un tique en la boletería.
Después de tres semanas de su boda, la quiteña se enteró de que estaba embarazada de su primer hijo. Aunque ya tenía una sólida relación con su esposo, la noticia no dejó de causar su efecto: sorpresa, miedo, ternura y alegría. El tiempo pasaba y crecía la ilusión por abrazar a su primogénito, pero también aumentaba el temor de toda madre primeriza, que no está preparada para lo que viene. Tammy tenía que dividir su tiempo entre la Fundación Museos de Quito, donde teletrabaja como jefa jurídica, y los constantes controles médicos.
Tammy Carvajal y sus dos hijos. Foto: Diario Qué.
Un diagnóstico inesperado
Sus visitas a la clínica se habían hecho parte de su cotidianidad. Todo parecía normal hasta que un día el silencio invadió la sala de ecografía donde estaba. Sin entender lo que pasaba, vio entrar a cinco médicos al consultorio. Lo peor empezó a apoderarse de su mente. Finalmente, su doctor le dijo que su pequeño debía nacer al día siguiente, porque tenía un sufrimiento fetal agudo. Ella estaba en la semana 37. “Tuve que regresar a mi casa, pero esa noche no pude dormir nada, porque me habían dicho que si el bebé no se mueve o tengo dolor regrese al hospital de inmediato”, recuerda con voz quebrada. Fue así que en julio de 2022 nació Aarón, el fruto de su gran amor, el ser que la convirtió en madre. El alumbramiento ocurrió a través de una cesárea emergente. Pronto el médico descubrió que lo que realmente tenía el pequeño era Covid-19. Su situación fue crítica, pues también tenía problemas en su sangre y corazón, por lo que tuvo que pasar sus primeros trece días de vida en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). “Los siguientes seis meses tuvimos que estar visitando a diferentes especialistas. Y recién al octavo mes le dieron el alta médica”, cuenta. La noticia de su segunda hija volvió a tomarla por sorpresa, pero esta vez ya tenía una base para enfrentar la situación. Emma nació en abril de 2024, también por cesárea programada. El parto no tuvo mayores complicaciones. Sin embargo, en diciembre pasado contrajo el virus sincitial respiratorio, que la llevó a pasar trece días en UCI, al igual que su hermanito.
La abogada asegura que sus retoños llegaron en el momento adecuado para cambiarle la vida, y que su maternidad, aunque ha sido complicada, le ha permitido disfrutar momentos únicos como mujer. “Cada una vive su maternidad de forma distinta y eso es bonito”, afirma con determinación. Sobre la crianza de sus hijos, resalta que su estilo es dejarlos ser ellos, pues disfruta verlos jugar y ensuciarse. Y como toda madre, sueña con lo mejor para su futuro.
La familia de Tammy Carvajal. Foto: Diario Qué.
(I) REDACCIÓN / JENNIFER GUAMÁN O.