Ecuador
Salud en jaque por camas para pacientes con cuidados intensivos
La falta de camas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) pone en jaque al sistema de salud ecuatoriano frente a la pandemia de coronavirus.
Ahí, en esas unidades de atención crítica, con respiradores artificiales y monitores cardiacos, se libra la batalla contra el COVID-19, un mal que hasta ayer en la mañana había provocado la muerte de siete personas en el país y más de 11 000 en todo el mundo.
Ecuador, según las cifras que reportó en septiembre el Instituto de Estadística y Censos (INEC), cuenta con 1,4 camas por cada mil habitantes, esto es 29 502, de las cuales 1183 están en UCI. Esta última cantidad resulta insuficiente de cumplirse las proyecciones que hacen organismos de salud, basados en la población del país y el comportamiento del virus, que estiman que el 5 % de unos 850 000 “probables” contagios serían casos críticos, es decir, unas 42 500 personas podrían necesitar una cama de UCI. “El 2 % podría fallecer. Esto en un escenario donde no se tomen las medidas necesarias para interrumpir el contagio”, advirtió esta semana la representante de la Organización Mundial de la Salud en Ecuador, Gina Watson. De las 1183 camas de UCI, Pichincha y Guayas cuentan con la mayor cantidad: 334 y 357, respectivamente, mientras que hay provincias como Bolívar, Zamora Chinchipe, Orellana o Galápagos que, a diciembre del 2018, corte del INEC, no tenían camas de UCI para atención de pacientes críticos.
El número mayor de camas de Cuidados Intensivos, 415, corresponde a los hospitales privados. El Ministerio de Salud cuenta con 396 y el IESS tiene 194, según el INEC.
El director nacional de Salud del IESS, Mauricio Espinel, afirmó que aumentaron el número de camas a 239 en cuidados intensivos. ”Un número pequeño de personas ha requerido atención de alta complejidad”, dijo, “estamos listos para asegurar la atención, pero claro, hay un límite y el límite es la disponibilidad de camas en esos servicios”. De ahí que hospitales del IESS como el Quito Sur hacen ajustes en áreas y personal. “Hemos hecho la estrategia de desalojar camas para prepararnos para esta epidemia”, dijo su gerente, Danilo Calderón.
También el Municipio de Guayaquil acondiciona la antigua maternidad de la Junta de Beneficencia para dotarla de 100 camas dobles. “Son literas con colchones nuevos, vamos a tener el aislamiento para 200 personas”, dijo Carlos Hernández, director de Infraestructura Comunitaria del cabildo.
El Ministerio de Salud no atendió una entrevista, pero mostró las imágenes de la ministra Catalina Andramuño recorriendo hospitales para constatar que haya equipos e insumos, y refutar las críticas de médicos y personal de salud ante la falta de bioseguridad.
“Los insumos son escasos, sobre todo mascarillas. Se ha planteado a las jefaturas que al personal de toda la emergencia se les den los implementos, no solo a los de primer contacto”, contó un médico. Mientras, la ministra aseguró que “ya se está haciendo la adquisición de gel, guantes, batas quirúrgicas, todo lo necesario para que nuestro personal siga atendiendo”.
El anuncio llegó el viernes, y en la víspera el gobernador del Guayas, Pedro Pablo Duart, mostró cómo se colocaban de prisa cientos de camas en un coliseo del parque Samanes de Guayaquil. “Queremos tener 250 camas listas para pacientes con sintomatología leve”, dijo.
Guayas registra el 75 % de los casos nacionales, según el reporte de la Secretaría de Gestión de Riesgos, cuya titular, Alexandra Ocles, admitió que “es un momento bastante complejo para todo el Ecuador”.
El boletín 15 de esta Secretaría informó el viernes de 7 hospitalizados y “con pronóstico reservado”, la etapa más grave, con neumonía por coronavirus. “En esta cuarta etapa (primera sin mayores síntomas, segunda leve y la tercera moderada) el enfermo respira 35 veces por minuto (lo máximo en un adulto es 20), hay taquicardias, trastornos de la conciencia”, explicó el especialista en Terapia Intensiva Luis Vergara.
Con neumonía grave y con ventilación mecánica, la mortalidad va del 30 al 40%, advierte Vergara, miembro de la Sociedad de Medicina Crítica. De ahí la importancia de las camas de UCI y Emergencias, dotadas de respiradores, las que deben llegar, recalca, al menos al 20 % del total general de camas.
“Hay que evitar que haya la necesidad de usar esos respiradores, y que los use quien los necesite, no cualquiera, que es lo está sucediendo en Italia, tuvieron que tomar decisiones muy drásticas”, concluye Enrique Valenzuela, exdirector del hospital Roberto Gilbert.
IESS cuenta con plan para atender casos COVID-19, pero tiene un límite
Mauricio Espinel, director de Salud del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), asegura que esta institución está preparada para enfrentar la pandemia del coronavirus que afecta a Ecuador, pero aclara que el plan de contingencia tiene un límite.
El miércoles pasado el IESS declaró la emergencia por el COVID-19, ¿cuál es el alcance de esta medida?
Para poder facilitar los procesos de compras, que toman tres meses, para insumos, medicamentos o equipamiento que se necesite de manera emergente.
¿Cuál es el presupuesto?
$20 millones.
¿Cuál es la capacidad de atención de casos de COVID-19, dependiendo de su gravedad?
Tenemos 239 camas de cuidados intensivos que pueden llegar a 300, alrededor de 200 de cuidados intermedios y alrededor de 400 de aislamiento. Tenemos un ventilador mecánico por cada cama de cuidados intensivos y 30 de respaldo, y estamos aumentando a través de una compra de emergencia de 23 ventiladores más.
¿Cuál es el porcentaje de ocupación actual de las camas de cuidados intensivos?
80 % (atención variada).
¿Cuántos casos de COVID-19 se atendieron o se atienden en hospitales del IESS?
34 (con corte al 19 de marzo de 2020).
¿Ha habido quejas sobre falta de insumos?
Algunas de nuestras unidades que no han previsto con la antelación el tema. Hay estrategias hasta que se resuelva la compra.
¿Qué pasó ahí?
Irresponsabilidad de los directivos de esas unidades.
¿Cuál es el plan si demanda de atención no para?
Ampliar la oferta hospitalaria y después ya no hay plan de contingencia. Todo tiene su límite, no se puede resolver sino hasta cierto punto. De ahí para allá ya no hay plan. Como el caso de Italia. (I)
Fuente: El Universo