Realidades distintas hay en hospitales de Guayaquil en torno a casos de COVID-19

Al no tener ingresados pacientes con coronavirus ni con patologías asociadas, el Hospital de Niños Roberto Gilbert cerró el área que tenía destinada para estos usuarios y que la abrió durante el pico de la pandemia en Guayaquil, la ciudad que a inicios de la crisis sanitaria fue considerada epicentro de la enfermedad por el alto contagio.

No obstante, el director de esta casa hospitalaria, Alfredo Robalino, señaló que si el caso lo amerita y vuelve a darse la demanda, este espacio con capacidad de catorce camas abrirá de inmediato. Y aunque al menos en este sanatorio no llegan pacientes con COVID-19, su equipo médico exhortó a la ciudadanía a mantener las normas de bioseguridad sugeridas.

Estas son: el uso permanente de mascarilla, aseo frecuente de manos y mantener el distanciamiento social de mínimo 2 metros entre personas.

Y es que aunque desde el 14 de septiembre ya no rige el estado de excepción y con ello las restricciones dispuestas por el Gobierno nacional para contrarrestar la enfermedad fenecieron, la pandemia no se termina por más que haya una aparente desaceleración de contagios a escala nacional.

Hasta el jueves anterior, el Ministerio de Salud Pública (MSP) reportó 122 257 casos de COVID-19 confirmados con pruebas PCR en el país. Mientras, hasta el mismo corte la pandemia dejó 7236 decesos confirmados por coronavirus y otros 3793 decesos probables con la enfermedad. De ahí que en total se registran 11 029 fallecimientos durante la crisis.

En Guayaquil, hasta el jueves pasado el MSP reportó 13 764 contagiados. Es la localidad de la provincia del Guayas con más incidencia del virus, donde a inicios de la pandemia los cadáveres permanecían botados por varios días hasta que el personal encargado los retirara de las casas de diferentes sectores de la urbe.

Los hospitales estaban saturados de pacientes que llegaban con síntomas relacionados con el coronavirus: fiebre y dificultad para respirar.

Actualmente, Pichincha es la provincia con más número de contagios, hasta el jueves la cifra ascendía a 30 793. En Quito se registra el número más alto a nivel de ciudades, con 28 060 personas con COVID-19, según las cifras oficiales.

Y si bien en Guayaquil al hospital Roberto Gilbert ya no acuden pacientes con el virus, la situación no es similar en el resto de sanatorios, principalmente en los del MSP o del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

La mañana de este viernes, por ejemplo, en los exteriores de los hospitales como el Guasmo Sur, Teodoro Maldonado Carbo y Luis Vernaza se evidenciaron grupos de familiares de pacientes a la espera.

Ante ese escenario, médicos indicaron que las aglomeraciones afuera de los sanatorios son de alto riesgo porque se desconoce si los parientes puedan ser portadores asintomático de COVID-19. “No se puede estar aglomerados, son muchas zonas de riesgo, hay que evitar contagiarse, exponerse en este tiempo”, explicó Carlos Farhat, coordinador de Salud del Municipio porteño.

Medidas estrictas

Durante esta semana en Guayaquil el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) cantonal intensificó los controles a propósito de fiestas clandestinas que se realizaron, principalmente, en el sur y suroeste de Guayaquil, aun cuando aquello está prohibido con el propósito de contrarrestar un rebrote de la enfermedad.

El Concejo de Guayaquil establecerá el marco legal para que los bebedores de la vía pública sean sancionados con máximo $2000.

La alcaldesa Cynthia Viteri indicó que las multas por esta infracción partirán de los $80, equivalente al 20 % de un salario básico, y ascenderán a cinco sueldos en el caso de la existencia de agravantes.

En sectores como la calle Milagro, más conocida como la 17, se han ejecutado operativos para controlar la presencia de libadores en la vía pública, entre otras infracciones. (I)

Fuente: El Universo