"Reparar el daño por el derrame de petróleo en Esmeraldas podría costar $ 40 millones", dice exgerente de Petroecuador

Para la exgerente de Petroecuador Marcela Reinoso, el derrame de crudo en Esmeraldas y la rotura en el Sistema Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) reflejan el abandono estatal de los últimos años en la provincia y en la infraestructura extractiva petrolera. Apuntó que el equipo necesita varios mantenimientos, altos estándares de seguridad en la operación y personal comprometido para continuar con la obtención de petróleo.

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Según sus cálculos, reparar el daño en los sectores contaminados representaría un desembolso de $ 40 millones, que dependerá de la disposición de cuadrillas para iniciar la limpieza y acciones de remediación. Detalló que ese dinero dependerá de la póliza en casos de emergencia y del presupuesto de Petroecuador, que está controlado por el Ministerio de Finanzas.

"Son ellos los que tienen que autorizar la ampliación del rubro y de eso dependerá el tiempo que tarden en reparar. Si tienen los recursos, las medidas de reparación se podrán implementar de manera efectiva y pronta", apuntó Reinoso en entrevista digital con Primera Plana, el 21 de marzo de 2025.

Alternativas y errores

La exfuncionaria relató que una de las estaciones más importantes de Petroecuador es la de Transporte, pues es el área que está en contacto con ciudadanos, recorre los poliductos y las estaciones de servicios para tanquear de combustible. Sin embargo, es el sector que a lo largo de los años ha "sufrido" una desinversión. Según ella, en 2019 contó con un presupuesto de $ 10 millones y de allí en adelante hubo una reducción que terminó en $ 4 millones.

"El SOTE ya venía en crisis, Petroecuador trabajaba con un presupuesto prorrogado y no le quedó de otra que movilizar fondos de Talento Humano para mantener el bombeo. Además, el presupuesto de costos aumenta porque la infraestructura se envejece y necesita repotenciación en los motores", indicó la exgerente.

Por otro lado, Reinoso mencionó que una de las alternativas que se podría trabajar en Esmeraldas es incorporar un "tren de alta conversión". El proceso involucraría un desembolso de $ 3.000 millones, pero incrementaría las plazas de empleo y dinamizaría la economía.

"No han sabido orientar una gestión social, política o económica y menos han manejado de manera adecuada los ingresos de la industria. Cuando no hay gente apropiada en la dirección de la empresa, todo se pone en riesgo", enfatizó Reinoso.

Arreglos de compensación

Reinoso recordó que Pachakutik (PK) hizo una propuesta para que las compensaciones de toda la industria hidrocarburífica tengan un rumbo definido. Explicó que este es una especie de beneficio que se acuerda con las comunidades de donde se extrae el petróleo. No obstante, estas negociaciones se ejecutan a nivel local y no existe una política que oriente el destino de esos rubros o especifique a dónde se deben enviar.

"Eso nos trae al día de hoy a una Esmeraldas que no tiene la capacidad para abastecerse de agua y es el problema grave en este momento. Existe un déficit en el abastecimiento porque no se ha trabajado de manera articulada entre lo local y estatal", concluyó Reinoso.

(I)