Ecuador
Los murciélagos remplazaron a los soldados israelíes cerca del río Jordán
Hemdat/AFP
En un laberinto de pasillos oscuros y desiertos cerca del río Jordán, resuena un frufrú de alas: las de los murciélagos que se instalaron en un viejo puesto militar israelí en territorio palestino que transformaron en su guarida.
El Estado hebreo construyó varias pequeñas fortalezas en las colinas que dominan la frontera con Jordania, una parte de Cisjordania que Israel ocupó tras la guerra de los Seis Días de 1967. Aunque Cisjordania sigue estando ocupada, estos puestos militares quedaron abandonados tras un acuerdo de paz alcanzado con Jordania en 1994. Rápidamente, los murciélagos que buscaban protegerse del sol colonizaron estas oscuras construcciones, con ayuda de los guardias de parques naturales y de ecologistas israelíes.
Israel y los Territorios Palestinos cuentan con 33 especies de murciélagos, algunas de las cuales están amenazadas a nivel mundial, según Amos Sabah, ecologista de la Autoridad israelí de Naturaleza y Parques. En esta zona cercana al río Jordán, las actividades humanas, principalmente la construcción de rutas y viviendas, afectó gravemente a las grutas naturales en las que solían descansar durante el día estos pequeños mamíferos.
Así, los defensores de la naturaleza israelíes quisieron "crear espacios alternativos" y favorecieron su instalación en los puestos militares abandonados, explica Shmulik Yedvab, director del departamento de mamíferos de la Sociedad para la Protección de la Naturaleza en Israel (SPNI).
– Espuma y cuerdas –
Sus muros y techos en metal u hormigón lisos no hacían nada atractivas estas estructuras para los murciélagos que buscaban un lugar en el que colgarse. Por ello, la SNPI, la Autoridad de Parques y el ejército instalaron perchas, espuma y cuerdas para facilitar su estadía.
Ahora, algunos puestos militares alojan a cientos de murciélagos.
La mayoría de estas minifortalezas se encuentran en zonas militares cercadas e inaccesibles al público, a las que raramente se autorizan las visitas.
Tampoco los palestinos tienen derecho a acceder, incluso aunque se encuentren en sus territorios. El valle del Jordán y el norte del ar Muerto representan casi 30% de Cisjordania, una región en la que los palestinos no tienen acceso a 85% de sus tierras, según la oenegé israelí antiocupación B’Tselem.
Los palestinos acusan al ejército israelí de organizar confiscaciones y destrucciones en el valle del río Jordán para forzarlos a abandonar la región, estratégica por sus tierras agrícolas y sus recursos en agua. Este proyecto también genera reservas.
"Si los israelíes llevan a cabo actividades para proteger a los animales, como defensor del medioambiente me parece bien", explica a la AFP Anton Jalilieh, director de la Sociedad palestina de Protección de la Naturaleza.
"Pero estamos en el Valle del Jordán, que forma parte de Cisjordania, un territorio que debería estar bajo control palestino. Deberían ser los palestinos quienes realizan actividades de defensa de la naturaleza, pero no tenemos modo alguno de hacerlo", añade, en referencia a la ocupación.
Jalilieh lamenta también que estos proyectos se realicen en zonas "inaccesibles para los palestinos", lo que los priva de la posibilidad de aprender la importancia de proteger la naturaleza.
Y los murciélagos, que son casi todos insectívoros, proporcionan valiosas informaciones "sobre la condición de los insectos, una base importante del sistema ecológico y de la vegetación", señala Sabah.
"Si la población [de murciélagos] se reduce, es que algo no va bien en el sistema ecológico". (I)