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Ecuador

Lo que se sabe de la fiebre maderera que deja graves consecuencias ecológicas en la Amazonía

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Como alarmantes definen los moradores de la región amazónica el incremento de la comercialización ilegal de la madera balsa en Ecuador. Este producto que en 2020 generó 402 millones de dólares en exportación, de acuerdo a las cifras del Banco Central, deja graves consecuencias ecológicas.

Desde marzo de 2020 a junio de 2021, al menos 8.139 alertas de deforestación se han registrado en regiones de la Amazonía. La cuenca del río Pastaza es una de las más afectadas. Los ríos Pastaza, Bobonaza, Curaray, Villano, Copataza, en la provincia de Pastaza se han convertido en rutas de madereros ante la falta de mecanismos de regulación, refiere Mongabay.

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Las consecuencias del mercado negro de madera ya son evidentes. Narcisa Mashienta, quien trabaja en programas de salud materna e infantil en las provincias de Morona Santiago y Pastaza, revela al portal Mongabay que la fiebre de la madera balsa ha dejado otros problemas en la comunidad además del ecológico. El consumo de sustancias sujetas a fiscalización como crack y marihuana se ha extendido y añade que la llegada de "forasteros" representa un problema porque en la región se registran delitos que no eran comunes.

A orillas del río Copataza se aprecia la gran cantidad de madera extraída para su comercialización. Foto: Archivo de Fundación Pachamama.

¿A dónde va la madera?

El voraz comercio de esta madera tiene como principal mercado China, el gigante asiático lidera el 85% de la compras al país y es que esta nación potencia mundial tiene entre sus metas la generación de electricidad eólica y la madera balsa, por sus características se utiliza para la fabricación de turbinas eólicas, explica la agencia de noticias Efe. Eso incrementó aún más la explotación de este recurso ecuatoriano en el mercado negro.

Los restos de madera son abandonados a orillas del río Conambo. Foto: Cortesía de la Nacionalidad Sapara.

Los propios moradores se han encargado de frenar las consecuencias ecológicas que ha traído este negocio. Algunas comunidades como la Nación Sapara ya prohibió la tala de la madera y la nacionalidad Achuar apunta por capacitar a los comerciantes para aprovechar el recurso sin afectar el ambiente.

Por su parte, las autoridades del Ministerio de Ambiente y Transición Ecológica, realizan operativos para tratar de controlar la comercialización ilegal. En lo que va de año han retenido 482.33 m3 de madera en controles realizados en Manabí, entre las especies forestales retenidas están el samán, teca y balsa. "El objetivo es controlar el correcto aprovechamiento, circulación y comercialización del recurso forestal", afirmó el organismo en un comunicado.

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(I)

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