Gresca de la cárcel de Cotopaxi en la que murió Leandro Norero habría sido por pugna de poderes entre las bandas criminales que están en esa prisión

La muerte volvió a la cárcel de Cotopaxi. La tarde de este lunes 3 de octubre de 2022 se registró una gresca entre bandas criminales que operan al interior de la cárcel y dejó como resultado al menos un fallecido y nueve heridos.

La víctima mortal es Leandro Norero, así lo confirmó el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y Adolescentes Infractores (SNAI) cinco horas después de que se diera a conocer el hecho en redes sociales.

Según Jorge Flores, subdirector del SNAI, informó que el "incidente" se produjo a las 13:30 tras un censo dentro de la cárcel.

“Debemos informar que, lamentablemente, existen personas privadas de la libertad que han fallecido y personas heridas. De lo que podemos conocer, preliminarmente, el ciudadano Leandro Norero estaría entre las víctimas”, agregó Flores.

Leandro Norero, ‘EL Patrón’, cumplía prisión preventiva desde mayo de 2022 por el delito de lavado de activos luego de que se le encontrara en su poder 42 lingotes de oro.

Según recoge la AFP, socorristas atendieron en el mismo reclusorio a cinco presos que sufrieron heridas y que otro fue trasladado a un sanatorio, sin precisar el estado de gravedad.

¿Por qué se ocasionó esta nueva gresca?

“Preliminarmente, tenemos una hipótesis de que esto se refiere por la búsqueda de poder de distintos grupos delincuenciales organizados que se encuentran al interior del centro de rehabilitación social”, dijo Flores.

El SNAI indicó que "las unidades tácticas siguen en operativo interno para recuperar el control" de la penitenciaría. Este centro carcelario tiene con unos 4.300 presos y de las más importantes del país. Hasta allí también llegaron pelotones de las Fuerzas Armadas para custodiar el perímetro externo.

En esta misma cárcel ubicada en Latacunga se produjeron dos masacres en 2021. A escala nacional, desde febrero del año pasado se han registrado siete matanzas en los centros de rehabilitación del país. Estas suman 400 reos asesinados, algunos de ellos desmembrados y calcinados.

Las cárceles ecuatorianas, con capacidad para unas 30.000 personas, pero en las que hay 1.900 reos más, se han convertido en los últimos años en campos de batalla donde bandas vinculadas al narcotráfico se disputan el poder.