Ecuador
La curiosa coincidencia entre la muerte de José Gregorio Hernández, el fin de la Guerra Mundial y otros cuatro aspectos poco conocidos del beato
Venezuela celebra este 30 abril el primer beato de su historia. Se trata del Dr. José Gregorio Hernández, un destacado médico que conquistó al pueblo por su benevolencia y generosidad. Nació en Isnotú, un pequeño pueblo de los andes venezolanos y se formó como profesional de la salud en Caracas, misma ciudad donde falleció a sus 54 años.
Conocido como el Hermano Gregorio en Ecuador, siempre mostró su vocación por dar una mano a los enfermos y sus incontables anécdotas esconden una serie de factores de su vida que son pocos conocidos. Un claro ejemplo de ello es la relación que guarda el día de su muerte con el final de la Guerra Mundial y por qué este evento en específico cobra relevancia hoy. Por lo tanto, detallamos cinco aspectos que casi nunca se cuentan del beato José Gregorio Hernández.
Muerte de José Gregorio Hernández
El Dr. José Gregorio Hernández murió un 29 de junio de 1919. Y se dice que antes había ofrecido su vida por el fin de la Guerra Mundial. Causalmente, un día antes de que ocurriera el accidente donde perdió la vida, se había firmado el tratado para el fin de la primera gran guerra, reseña la agencia EFE.
Vocación religiosa, pero sacerdocio negado
Detalla la misma agencia citada, que sus allegados describen que desde pequeño mostró una cercanía a Dios. Asimismo, manifestó siempre su deseo de convertirse en "un buen cristiano". Cuando tenía 30 años, mientras vivía en Europa, ingresó a la orden Cartuja, pero tras regresar a Caracas interrumpió su formación como sacerdote. Entonces, en la capital de Venezuela intentó retomar en la orden Jesuita y la comunidad religiosa le negó el ingreso. No porque no cumpliera con algún requisito, sino debido a que expresaron que el país lo necesitaba como profesor y médico. El hasta hoy venerable hizo un gran aporte a la medicina de Venezuela. Después de regresar de Francia, donde hizo una especialización, fundo el primer laboratorio del territorio caribeño.
El Hermano Gregorio era conocido cómo el "Médico de los Pobres", calificativo que se ganó debido a que atendía a los enfermos sin recursos económicos y además les regalaba dinero. Después de formarse como médico en Caracas, regresó a su pueblo en Trujillo, en los andes venezolanos. En ese entonces, el gobierno local lo consideraba ‘godo’, término que utilizaban para referirse a los conservadores y oligarcas. Por lo tanto, se regresó a la capital para seguir continuar con su vida. (I)
El primer laboratorio de Venezuela
Médico de los pobres
Fue considerado "enemigo"