Ecuador
En las oficinas también hay otros riesgos para la salud, además del coronavirus
Con el cambio de color de semáforo, a amarillo y verde, en varias ciudades del país, varias instituciones públicas y privadas ya experimentan el retorno a sus oficinas.
Con medidas de bioseguridad muchos esperan evitar el contagio del nuevo coronavirus, sin embargo existen otras amenazas para la salud de los trabajadores.
En los edificios de oficinas, que durante el tiempo de confinamiento fueron abandonados, la preocupación se centra ahora en la Legionella pneumophila, una bacteria que puede causar legionelosis o enfermedad del legionario, una afección respiratoria. “Los edificios no están diseñados para ser abandonados durante meses”, dijo Andrew Whelton, un profesor adjunto de Ingeniería Civil, Ambiental y Ecológica en la Universidad Purdue. Además, otros investigadores y autoridades de salud pública han emitido advertencias sobre la plomería, ya que el agua se pudo haber estancado en las tuberías o en cada grifo y retrete.
Las bacterias que se acumularon de manera interna podrían generar problemas de salud para los empleados que vuelven al trabajo si estas situaciones no se atienden de manera adecuada por los gerentes de las instalaciones. Debido a que los efectos del estancamiento del agua a largo plazo son tan poco conocidos, la mayoría de lineamientos están basados en medidas preventivas y es posible que no aborden de manera directa la reapertura después de cierres prolongados.
“Los pacientes de COVID-19 y los sobrevivientes podrían ser más vulnerables a esto y podríamos tener que preocuparnos por otra infección”, señaló Caitlin Proctor, profesora posdoctoral en Purdue que, junto con Whelton realizaron el estudio.
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