"Yo recibí un resumen ejecutivo, pero imagino que ellos sí tienen las pruebas", responde Manzano sobre el supuesto sabotaje para el derrame de crudo en Esmeraldas

La ministra de Energía, Inés Manzano, insistió en que la rotura del Sistema Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) en Esmeraldas fue producto de un sabotaje y no un problema de la época invernal, como lo había informado el propio Gobierno Nacional al inicio de la tragedia. Según la funcionaria, la alerta se deriva del informe del Centro de Inteligencia Estratégica (CIES) que presentó la Policía Nacional a la gerencia de Petroecuador. Cuando la ministra fue cuestionada sobre las pruebas del documento, indicó que a ella se le entregó un resumen ejecutivo, pero lo "más seguro" es que las evidencias se encuentren en el documento oficial.

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"Eso debe tener 100 o 200 páginas y ellos hacen un peritaje técnico para llegar a esa conclusión. Además, existen otros apuntes de Petroecuador y no solo se advertía del sabotaje en Esmeraldas, sino también en Papallacta y Auca; este último contaminaría a los ríos Rumiyaku, Napo y Tiputini. Sería un gran desastre porque el Yasuní se vería afectado", sostuvo Manzano en entrevista televisiva en Ecuavisa, el 21 de marzo de 2025.

De la misma manera, insinuó que un trabajador de Petroecuador habría abierto un dique para que el petróleo se riegue en el río de la zona. Apuntó que el caso es investigado por el área correspondiente para elevar la denuncia a la Fiscalía General del Estado (FGE). Sin embargo, no otorgó más detalles de este proceso.

Afectados por la contaminación

Esmeraldas, Quinindé y Atacames son los cantones que afrontan de manera directa las consecuencias del derrame del crudo. Según la ministra, son 3.753 personas afectadas, varios ríos perjudicados y otras especies en peligro. Aunque Petroecuador señaló que el total de petróleo derramado se conocerá una vez que las operaciones de bombeo se retomen, Manzano relató que se contabilizaron 3.800 barriles perdidos.

"Y los trabajos que hacemos por recuperar el combustible continúan. Lo que recolectamos se va a las piscinas de Oleoductos Pesados (OCP) y a la refinería para separar el crudo", aseveró la funcionaria.

Entre los daños de este evento, también se encuentra el desabastecimiento de agua a los cantones que se apoyaban en los ríos. Manzano comentó que hay 50 tanqueros que distribuyen el líquido en diferentes puntos. Por otro lado, denunció que habría conductores no calificados que se movilizaron a Esmeraldas y supuestamente vendían el agua a los ciudadanos.

"Frenamos esa acción y pusimos grandes letreros de que el agua no se vende. Llamamos a los alcaldes de las zonas afectadas a trabajar en conjunto para sacar adelante a los moradores. También pedimos que llenen las fichas de perjudicados para llegar con la ayuda necesaria", concluyó la Manzano.

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(I)