Continúan los controles del comercio informal en mercados de Guayaquil

El Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano de Guayaquil (Cuacme), junto a los delegados de la Dirección Municipal de Aseo Cantonal, Mercados y Servicios Especiales, realizaron operativos para retirar a los comerciantes informales del entorno de los mercados municipales.

Los controles se establecieron en Sauces 9, Plazoleta Gómez Rendón y José Mascote; así como en mercadillos como el de las calles 30 y Brasil, recuperando la circulación peatonal y vehicular en esas zonas.

Así lo informó Jaime Dávalos, director del Cuacme, quien reiteró que estos controles sirven para evitar las aglomeraciones de público, que son potenciales focos de contagio de la COVID-19 y que se cumpla la ordenanza municipal que establece el uso obligatorio de mascarilla, mantener el distanciamiento social, entre otras medidas básicas de bioseguridad.

En el interior de la Terminal de Transferencia de Víveres (TTV) también se puso orden al comercio informal, al igual que en otros puntos de la ciudad.

“El trabajo del Cuacme sigue siendo muy intenso, sobre todo en los alrededores de los mercados, como ha ocurrido esta semana. Hemos trabajado fuertemente desde el fin de semana pasado en la 30 y Brasil, en el ‘mall del piso’ (25 y la Ch), en el Mercado Mascote, en la Plazoleta Gómez Rendón, en el Mercado Caraguay, hemos estado poniendo orden, pero la situación está regresando a como vivíamos antes de la pandemia, durante la primera quincena de marzo de este año”, afirmó.

El director del Cuacme agregó que más personas se están acercando a comprar a la Bahía y a los negocios circundantes a ese sector, lo que es una muestra indiscutible de que el comercio se está recuperando.

“Hay un ligero incremento del número de compradores. El comercio en la Bahía, que es donde ponemos el termómetro para medir esta situación, indica que ahora sí están abriendo los locales de manera alternada, como lo dispuso el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Cantonal, lo que no se estaba cumpliendo cuando se cambió el color de semáforo a amarillo, pues no abrían ni el 50 % de los locales autorizados. Ya lo están haciendo porque hay más compradores en las calles”, explicó Dávalos.

El funcionario añadió que muchos de los comerciantes que durante marzo, abril y mayo se dedicaron a vender frutas, legumbres, mascarillas, entre otros productos, “que son los que nos inundaron la ciudad de informalidad, están disminuyendo cada vez más, porque cada uno está retornando a su actividad normal (oficio u ocupación) antes de la pandemia”.

“El comercio formal, que es el que tiene un local, paga servicios básicos, tiene empleados, etc. se está recuperando y eso incide de manera positiva porque ayuda a que disminuya el comercio informal que se realiza en las calles”, finalizó Dávalos. (I)