Ecuador
Centroamérica trata de mitigar el hambre ante el confinamiento por la COVID-19
San Salvador / AFP
"Aquí le manda el presidente, y le manda muchas bendiciones", decía el jefe de la empresa pública de electricidad, Edwin Núñez, cuando entregaba alimentos en el noroeste de El Salvador a familias pobres golpeadas por el confinamiento decretado para contener el coronavirus.
La distribución de alimentos a familias vulnerables en Centroamérica, donde se registran cerca de 127 000 contagios y más de 3 300 muertes por el coronavirus, ha sido una de las principales políticas sociales en el istmo, aunque algunos gobiernos lo han aprovechado para hacer proselitismo, según analistas. La ayuda resulta insuficiente en países donde pobladores salen a las calles a pedir dinero o alimento, a pesar de la inevitable amenaza de los contagios. Cerca de 8,6 de los 50 millones de habitantes de Centroamérica están sumidos en la pobreza, según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de 2019. En el caso de El Salvador, Núñez entregaba un paquete con leche en polvo, harina de maíz, frijoles, arroz, pasta, atún y aceite en la comunidad La Reforma, 60 km al noroeste de San Salvador. El presidente del país, Nayib Bukele, mandó distribuir 50 000 toneladas métricas de maíz blanco y más de 2 000 toneladas de otros alimentos.
El gobierno ha invertido cerca de 350 millones de dólares. Desde abril, las autoridades han entregado 300 dólares a las familias más pobres y desde mediados de mayo lleva a cabo el Programa de Emergencia Sanitaria (PES), pensado para entregar 3,4 millones de paquetes de alimentos casa por casa, una operación sin precedentes. A ello se han sumado las alcaldías. En Nueva Concepción, 85 km al norte de San Salvador, el alcalde, Raúl Peña, dijo a AFP que tiene la meta de repartir 20 000 gallinas a 10 000 familias.
"Muchas familias con bajos recursos económicos no cuentan con el sustento alimenticio", explicó el edil. A través de un equipo de sonido, el alcalde convoca a los pobladores, que en minutos se agolpan frente a un camión convertido artesanalmente en una jaula rodante para repartir dos gallinas por familia.
"La ayuda humanitaria es necesaria para miles de hogares", lo que se cuestiona es el uso "con fines políticos", declaró a la AFP el director de la salvadoreña Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (Fespad), Saúl Baños. (I)