Ecuador
El sorprende relato de un pescador de langosta que fue tragado por una ballena jorobada por accidente y escupido poco después
La temporada de avistamiento de ballenas jorobadas ya inició en Puerto López. Por lo tanto, es propicio contar el sorprende relato de Michael Packard. Este es un buzo pescador de langosta que fue tragado por accidente y escupido poco después, por uno de estos cetáceos. Y si estás pensando en disfrutar de este impresionante fenómeno en las costas de Manabí te invitamos a que sigas con tus intenciones, pues esta historia fue un accidente aislado: la ballena no come humanos.
Reseña el portal de la BBC que el fenómeno que vivió Michael Packard ocurrió en las costas de Provincetown, en Massachusetts (USA). Estaba buceando y durante más de medio minuto una ballena jorobada lo "tragó" y escupió de vuelta al mar. Packard es buzo desde hace 40 años (tiene 56) y su esposa le ruega que cambie de trabajo.
Un golpe, oscuridad y luz
Le contó a un periódico local que de la nada sintió "un gran golpe y todo se oscureció". Entonces, dice que lo primero que se le vino a la mente fue que había sido atacado por un tiburón blanco, común en las referidas costas. "Luego palpé los lados y sentí que no tenía dientes. Y luego me di cuenta: ‘Dios mío, estoy en la boca de una ballena y ella está intentando tragarme. Eso es, me voy a morir", manifestó según el medio citado. Continúa relatando que la ballena subió a hacia la superficie, sacudió la cabeza y después lo soltó. "Me lanzó al aire y caí al agua. Estaba libre y me quedé flotando allí. No podía creerlo… estoy aquí para contarlo", manifestó. El episodio de este gigante marino fue aislado. Las probabilidades de que ocurra algo así son casi nulas. Las ballenas jorobadas se alimentan de krill y lo hacen abriendo su boca para arrastrar todo lo que se encuentre a su paso. De esta manera el cetáceo se encontró con Packard y le dejó esta impresionante historia. (I)