Personas y empresas demandan menos créditos, ante la crisis; banca recupera cartera levemente

Si bien la cartera de crédito muestra una leve recuperación en septiembre y octubre, todavía no llega a los niveles de los mismos meses de 2019, reseña el portal Primicias.

En octubre de 2020 el crédito en la banca fue 28.860 millones de dólares, esto representa un crecimiento de 0,6 % en comparación con septiembre. Sin embargo, esto es en términos interanuales. Esto quiere decir que en comparación con octubre de 2019 el crédito se contrajo 2,1 % o el equivalente a 617 millones de dólares.

Según la Asociación de Bancos Privados de Ecuador (Asobanca), del total de la cartera crediticia de octubre de 2020, 17.656 millones de dólares corresponden a crédito productivo, segmento que sufrió una contracción interanual de 2,81 %.

Incertidumbre, primera causa

La razón de la contracción del crédito en un momento en el que se habla de necesidad de liquidez en las empresas se debe a la incertidumbre sobre cómo va a ser la nueva normalidad cuando la pandemia se supere. Así lo explica Santiago Mosquera, director del USFQ Business School.

El especialista indica que en condiciones normales, las empresas demandan crédito para dos cosas: para financiar capital de trabajo y cuando las empresas demandan crédito cuando van a expandir su infraestructura o su capacidad de producción.

El Producto Interno Bruto (PIB) del país se reducirá este año en hasta 9,6 % y en 2021 podría haber una recuperación de entre 2,2 % y 3 %, según proyecciones del Banco Central. El crédito de consumo también ha caído 1,01% entre octubre de 2019 y el mismo mes de 2020.

Esto se debe al comportamiento de la oferta y la demanda. Por el lado de la oferta, la cantidad de crédito para clientes que no tienen buena calificación de riesgo es menor.

Panorama

Por el lado de la demanda, el nivel de ingresos de las personas ha disminuido por la reducción de la jornada laboral, de los salarios, la caída en la actividad económica y la pérdida de empleos.

Hasta octubre de 2020 había más de 500.000 personas desempleadas y 4,8 millones con un empleo inadecuado. Esto significa que no percibían el salario básico o que trabajaban menos de 40 horas a la semana.

Esa nueva realidad laboral ha hecho los hogares recorten sus gastos y demanden menos crédito. Las personas han dejado de comprar ciertos bienes, como vehículos y electrodomésticos, para los que solicitaban préstamos.

A eso se suma que el deterioro de las perspectivas económicas y del mercado laboral ha llevado a quienes han mantenido sus niveles de ingresos y sus empleos a ser más conservadores respecto al uso de crédito. (I)