Una pérdida de USD 100 millones y procesos de exportación varados sería el saldo del "apagón industrial de 21 días"

"Cómo se mantienen las plazas de empleo, qué se hará ante un posible desabastecimiento", cuestionó María Paz Hervis, presidenta del Comité Empresarial Ecuatoriano, ante una eventual desconexión del sector industrial. La mañana del 12 de diciembre, el vicepresidente de la Cámara de Industrias de Guayaquil (CIG), Luis Alberto Salvador, anunció que el Gobierno Nacional prepara un "apagón industrial" por más de 15 días.

Horas más tarde, la ministra de Energía, Inés Manzano, informó que la promesa de acabar con los apagones en el país para el 20 de diciembre se mantiene. Sin embargo, habrá un sector que no contará con la misma suerte. Son siete industrias que se someterán al "apagón". Dos mineras, tres cementeras y dos acerías.

Hervis explicó que el cierre de esas empresas significa más de 5 500 empleos y una pérdida de USD 100 millones aproximadamente. Además, los consumidores locales e internacionales, proveedores de las empresas y procesos de importación también se suspenderán.

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"Hay que ver la película completa. Más allá del número, hay que poner en dimensión el dinero formal e importaciones limpias que se perderán. Más allá del discurso de que los ciudadanos van primero que las empresas, tienen que considerar que detrás de las industrias están personas, familias que mantienen su empleo", aludió Hervis en Ecuavisa.

🔴 #ENVIVO | María Paz Jervis, presidenta del Comité Empresarial Ecuatoriano, explica que no hay razón técnica para el anuncio del apagón industrial entre 15 al 30 de diciembre por parte del Gobierno.

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La presidenta del Comité aseguró que los argumentos de las autoridades carecen de una "explicación técnica". Resaltó que la desconexión no será solo de 15 días, sino de 21 por la suma del gran feriado nacional que se declaró días atrás. Asimismo, comentó que el sector industrial mantendrá una reducción de siete horas, posterior a la última medida. La transmisión de energía se divide en cuatro niveles de acuerdo a la capacidad de tensión. Está el nivel bajo o doméstico, medio, alto y extremadamente alto. Las empresas AB1 y AB2 o grandes consumidores se encuentran en el último eslabón.

Explicó que las industrias se desconectan del sistema público y emplean la autogeneración para realizar sus actividades. Anticipó que sí podrían paralizarse las labores, pues la generación de energía tiene tres etapas: generación, transmisión y distribución. Pese a que se apoyan en la generación propia de electricidad, necesitan la red pública para los últimos dos pasos.

Cementeras, acerías, mineras, entre las empresas golpeadas por el apagón industrial previsto en Ecuador para las dos últimas semanas de diciembre de 2024.

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Un llamado de "última hora"

Hervis comentó que el Ejecutivo llamó al comité a las 20:00 del 12 de diciembre para presentar los argumentos de esta decisión. También, se citaron con representantes del Comité Permanente de Energía hace un par de días, pero no se analizaron otras alternativas. El gremio espera que Manzano atienda las cartas que enviaron a la cartera de Estado.

"Nos conectamos a una larga, extensa y confusa reunión. Cerrar las industrias es insostenible. Es golpe tras golpe, no hay el diálogo que deberíamos tener para aclarar la situación", dijo Hervis.

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Al sector industrial "le tomó por sorpresa" el anuncio del apagón industrial desde el 15 al 30 de diciembre, pese a la promesa del Ejecutivo de terminar con los racionamientos el 20 de este mes, dijo Francisco Jarrín, presidente de la Cámara de Industrias de Guayaquil.… pic.twitter.com/oKQ514Efpz

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La representante del sector insistió en que los compromisos de exportación se verán afectados. Aludió que no pueden llamar a los responsables cuatro días antes para anunciar que habrá un apagón generalizado. Indicó que las industrias ya llevan "jornadas extraordinarias, turnos distintos, horas extras, costos laborales y de autogeneración" para no perder los acuerdos con sus pares. Reprochó que la seguridad jurídica en el país es inestable y no permite generar política pública y certeza para una planificación adecuada.

"El estado de ánimo en el país no regresa cuando se prende el árbol de Navidad, regresa cuando hay empleo y tienen la certeza de mantenerlos. Sin embargo, aquí ocurre lo contrario, de un día a otro, informan que su trabajo se cerrará por 21 días", apuntó Hervis.

(I)