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Lo positivo y lo negativo que resalta de Robert Prevost, el papa León XIV recién electo
Es el segundo pontífice consecutivo con fuertes vínculos con América Latina, y el primero con nacionalidad peruana.
Este 8 de mayo de 2025, la fumata blanca se elevó desde la chimenea de la Capilla Sixtina, así se anunció al mundo que la Iglesia Católica tiene un nuevo pontífice. Minutos después, el cardenal protodiácono pronunció las históricas palabras: Habemus Papam. El elegido: Robert Prevost, un cardenal con doble nacionalidad estadounidense y peruana, y una larga trayectoria misionera en América Latina.
Prevost, es relativamente joven para el cargo, con 69 años se convierte en el papa número 267, quien sucede a Francisco tras el fallecimiento del pontífice argentino el pasado 21 de abril.
Los detalles sobre el nuevo papa
Nacido en Chicago, Estados Unidos, en 1955, Robert Prevost llegó a Perú por primera vez en 1985, como parte de una misión agustiniana. En 1988 fue nombrado rector del seminario agustino de Trujillo, donde permaneció por una década formando a sacerdotes, recogen medios internacionales. En 2014, regresó al país como administrador apostólico de la Diócesis de Chiclayo, y posteriormente se lo nombró obispo. Para asumir el cargo, se naturalizó peruano en 2015, requisito que establece el concordato entre la Santa Sede y Perú. También fue vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) y administrador apostólico del Callao entre 2020 y 2021. Su cercanía con el papa Francisco lo llevó a Roma en 2023, para nombrarlo prefecto del Dicasterio para los Obispos en 2023.
Conocido en los círculos eclesiásticos por su discreción, capacidad de escucha y formación pastoral, a Prevost lo describen como un hombre de consenso, comprometido con las reformas eclesiásticas que inició Francisco, señala EFE. Además de sus raíces religiosas agustinianas, su paso por las comunidades andinas y costeñas del Perú le dio un perfil cercano a las bases sociales.
Sin embargo, su perfil también tiene un lado oscuro. Infobae recoge que, mientras Prevost fue obispo de Chiclayo, recibió varias denuncias de abuso sexual infantil que habrían perpetrado sacerdotes en su territorio. Sin embargo, varias de estas habrían sido archivadas, desestimadas, pospuestas e incluso, a los curas simplemente se los cambió de sede.
Por esta razón muchos apuntan de forma negativa, que el nuevo papa es encubridor de clérigos pederastas. Al momento de tres de las principales denuncias en Perú, la Iglesia se limitó a responder con un comunicado.
La personalidad de Prevost
(I)