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Madre se enamora de su hijo luego de 35 años y confiesa que tuvieron sexo: niegan que sea incesto, dicen que es atracción sexual genética

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Kim West, de 57 años y oriunda de Michigan, Estados Unidos, dio a su hijo Ben Ford en adopción hace más de 30 años y luego de tanto tiempo, se reencontraron y se terminaron enamorando, incluso cometiendo incesto.

Ben Ford actualmente tiene 38 años y mantiene una relación con su madre biológica. El mundo conoció esta historia en 2016 y fue tan enorme la polémica que desde entonces viven en la clandestinidad, así lo reseñó el diario Clarín.

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Reencuentro, incesto y algo más

West creció en Islington, Londres, y quedó embarazada a los 19 mientras era una estudiante en California. Decidió entregar en adopción a su hijo a sólo una semana de su nacimiento.

En diciembre de 2013, Ben, junto a su esposa Victoria, enviaron a su madre biológica una carta para proponerle un reencuentro. Apenas se vieron, en 2014, comenzaron un vínculo entre madre e hijo más que inusual.

La relación rápidamente se tornó sexual e hicieron público su romance en 2016, con West alardeando de haber tenido “sexo alucinante” con su hijo.

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“Esto no es incesto, es atracción sexual genética. Somos como guisantes en una vaina y estamos destinados a estar juntos”, dijo la madre.

¿Y la esposa de Ben?

Victoria ya había comenzado a sospechar sobre toda esta escandalosa situación, no estuvo preparada para el momento en el que su marido le aseguró que la dejaría por su propia madre.

"Cada vez que tengo sexo contigo desde que conozco a mi madre, me imagino que es ella la que me está besando, si no no puedo hacerlo", le explicó el muchacho a su mujer.

La atracción sexual genética es poco frecuente entre padres e hijos que estuvieron juntos en la primera infancia del niño, debido a una "impresión sexual inversa". Esta condición se conoce como el efecto Westermarck, lo que insensibilizaría la atracción sexual.

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Los expertos en el tema creen que ese efecto se desarrolló para evitar la endogamia (parejas entre personas de la misma familia).

“Mi opinión profesional es que la atracción sexual genética es una excusa para permitir que estas personas rompan las normas sociales”, confesó el psicólogo clínico John Mayer.

Problemas con la ley

Se sabe que Ben y Kim se vieron obligados a esconderse debido a una ley estatal de Michigan que podría condenarlos hasta 15 años de prisión.

(I)

 

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