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Estas son las claves para entender por qué las grandes empresas están suspendiendo sus actividades en Rusia
En los últimos días decenas de empresas de diferentes industrias han cortado sus servicios o anunciado su salida de Rusia. Esto como respuesta a la invasión de Ucrania y en paralelo a las sanciones económicas y financieras de los gobiernos de Occidente.
"Hacer negocios con Rusia será algo cada vez menos políticamente correcto y razonable", indicó a la AFP Sylvie Matelly, directora adjunta de IRIS (Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas).
Por qué suspenden sus actividades las empresas
Algunas empresas se anticipan por razones de responsabilidad social, denuncias de la guerra o por prestigio. Las sanciones contra Rusia son "tan amplias y tan intensas que equivalen a un embargo total", consideró el jueves Volker Treier, responsable del comercio exterior en la Cámara de Industria Alemana (DIHK). Por lo tanto, "ahora se trata fundamentalmente de liquidar los negocios" o abandonarlos, según él. En Estados Unidos, donde la presión de la opinión pública es fuerte, empresas de todos los sectores anunciaron que se separaban al menos temporalmente de las actividades. Muchas empresas están confrontadas a las perturbaciones logísticas del comercio mundial relacionadas con el conflicto ruso-ucraniano y las sanciones contra Rusia.
Ikea, al suspender, el jueves, sus actividades en Rusia -donde es uno de los principales empleadores occidentales- y en Bielorrusia, tomó una decisión que afecta a 15.000 empleados, 17 almacenes y tres sitios de producción. El conflicto "provoca perturbaciones graves en la cadena de producción y de comercio", indicó Ikea. La firma fue muy criticada en Suecia cuando anunció en un primer tiempo que sus almacenes seguirían abiertos.
El sector automovilístico está muy afectado por los problemas logísticos y dos de los mayores grupos mundiales, Toyota y Volkswagen, suspendieron su producción en Rusia "hasta nueva orden". Cualquier violación de las sanciones puede causar penalidades muy cuantiosas para las empresas.
En el sector aéreo, cuando la Unión Europea (UE) y Canadá prohibieron la exportación de aviones, repuestos y equipos de la industria aeronáutica a Rusia, Airbus suspendió sus servicios de asistencia a las compañías aéreas rusas y el suministro de repuestos, así como Boeing.
Los que emiten tarjetas de pago, como los estadounidenses Visa, Mastercard y American Express, tomaron medidas para impedir que los bancos rusos utilicen sus redes.
El gobierno ucraniano, recurriendo a las redes sociales, no dudó en interpelar directamente a las grandes empresas occidentales, pidiéndoles que quemaran puentes con Moscú.
Fue lo que ocurrió con Apple y su jefe, Tim Cook. El martes, Apple anunció que suspendió la venta de todos sus productos en Rusia tras haber cesado las exportaciones a ese país desde la semana pasada, y limitó algunos servicios como su tecnología de pagos Apple Pay.
Entre los anuncios más recientes, el grupo Hermès, "muy preocupado por la situación actual en Europa", decidió el viernes "cerrar temporalmente" sus tiendas en Rusia.
"Todos esos grandes grupos están sensibilizados en primer lugar por la responsabilidad social", afirmó Philippe Métais.
El viernes, el grupo de microprocesadores Intel anunció su salida y denunció la invasión en Ucrania y la plataforma de alquileres turísticos Airbnb anunció su salida de Rusia.
El domingo, la petrolera británica BP anunció su salida del gigante ruso Rosneft en el que tiene una participación de 19,75%. Son muchos en el sector energético los que se fueron: el británico Shell, el noruego Equinor (controlado en 67% por el Estado), ExxonMobil…
"La decisión de salir de Rosneft le costará mucho a BP, pero el consejo de administración, impactado, se dio cuenta de que no había más opción que pagar el precio fuerte y distanciarse de sus actividades desde el inicio de la agresión rusa", señaló Susannah Streeter, analista en Hargreaves Lansdown.
El francés TotalEnergies, que realiza en Rusia del 3 al 5% de sus ingresos totales, "no invertirá más capital en nuevos proyectos en Rusia", pero no mencionó ningún proyecto de retirada.
Estas son las principales empresas que han dejado de operar en Rusia, aunque la lista es interminable: