"Mi misión la vida es sacar lo mejor de las personas para que estas se transformen y luego transformen el contexto de donde están”: Beatriz Manrique de Fernández, una líder que busca siempre la evolución de los demás

Perseverante para conseguir sus metas y decidida cuando se trata de tomar decisiones. Estas cualidades sobresalen en Beatriz Manrique de Fernández a lo largo de 18 años como directora de Cinco Sentidos.

Al hablar sobre su trabajo es evidente la pasión por lo que hace, tanto así que con total seguridad dice que su misión en la vida es el propósito de Cinco Sentidos: “Sacar lo mejor de las personas para que estas se transformen y luego transformen el contexto de donde están”.

Sin duda, detrás de una empresa consolidada está la preparación y disciplina de su líder y Beatriz cumple con estos requisitos. Es profesional psicoterapeuta, pero comenta que la vida la llevó a especializarse en Liderazgo, Negociación, Manejo de Conflictos, Inteligencia Emocional, Intervención Sistémica (solución de problemas humanos interconectados) y después se volvió una experta en Gestión de Cambio (Change Management).

La idea de formar Cinco Sentidos Terapia Organizacional nació en 2004 de la mano de cinco audaces mujeres, entre ellas Beatriz, mientras laboraban en un colegio. “Nosotros le ponemos (Cinco Sentidos) Terapia Organizacional porque queríamos llevar el concepto de terapia a las empresas. Fuimos unas atrevidas al ponerle ese nombre”, agrega la profesional.

Al poco tiempo, dos de las cinco mujeres tomaron otro rumbo y después de dos años, Beatriz se quedó sola y tuvo que sacar adelante a la empresa. Señala que lo primero que hizo al quedarse a cargo de Cinco Sentidos fue analizar sus fortalezas, confiar en ellas y capacitarse. “Exceso de confianza, sin capacitación, sin competencia es como andar desbordado”, agrega.

Es allí cuando desarrolló una metodología propia hasta que Terapia Organizacional llegó a tener su marca registrada y Beatriz cuenta con derecho de autor del concepto “La prevención y solución de los problemas de comunicación y relaciones humanas dentro de las organizaciones”.

Después de la pandemia, la marca se refrescó y ahora es Cinco Sentidos Gestión de la Transformación en las Empresas.

Durante todos estos años, Cinco Sentidos ha trabajado con empresas nacionales, multinacionales, globales, organizaciones sin fines de lucro, entre otras; y ha entrevistado a líderes de todos los niveles, CEO de organizaciones, supervisores y más. Beatriz indica que en un principio se transformaba al equipo humano, sin embargo después se invirtió la pirámide y se comenzó por los jefes.

Actualmente, ella hace que los jefes transformen a su equipo porque “se lidera con el ejemplo”.
“Como Cinco Sentidos lo que se hace es sacar lo mejor de las personas para que transformen los contextos organizacionales… No hay nada más natural en el ser humano que asustarse con el cambio y querer rechazarlo, nosotros somos expertos en el manejo de esa resistencia humana”, asegura.

Para Beatriz, su satisfacción es observar a las personas que ha podido ayudar en su transformación.

Inicios y desafíos

Beatriz Manrique inició su vida laboral antes de concluir la secundaria. Dice con orgullo, que a diferencia de muchos jóvenes, ella en los dos últimos años de colegio ya percibía un salario. “Me sentí importantísima porque trabajaba directamente con los dos líderes de la empresa, pero era la asistente de la asistente”.

Luego estudió Psicoterapia y se capacitó en varias ramas relacionadas al campo humano, además estudió teatro. “Tengo una formación multifacética, pero todo tiene que ver con la organización y la base de mi formación es el ser humano. Conocer, entender la psicología del ser humano y del ser humano en sistemas”, agrega.

Después trabajó en un colegio por más de 16 años. Considera que tuvo suerte al no laborar tiempo completo cuando sus hijos eran pequeños, sin embargo a medida que pasaba el tiempo también aumentaba la jornada de labores.

Conferencista. Invitada al Congreso de la Universidad San Francisco de Quito, donde destacó las habilidades del liderazgo femenino en las organizaciones.

En pandemia

Durante la pandemia a causa de la COVID-19, Beatriz comenta que se “volcó socialmente” y dio la mayor cantidad de workshops y entrevistas de manera gratuita con la única misión de ayudar a que la gente saque lo mejor de sí ante la crisis.

En cuatro meses, logró llegar a 7.000 personas. “Lo que hice en la pandemia es dar herramientas a la gente para que pueda enfrentarla…”, agrega.

Manrique también tiene un Club de Líderes hace muchos años, pero en pandemia lo hizo virtual e internacional. “Es una escuela de liderazgo donde formamos la inteligencia emocional, el desarrollo de hábitos, la empatía y todas las habilidades que se requieren para el liderazgo”, enfatiza.

En este club están jóvenes desde 15 hasta 40 años y se ubican en dos grupos: de 15 a 22 y de 23 a 40 para formar esas habilidades.

En el espacio se da especial énfasis al desarrollo de las mujeres. Beatriz recuerda que entre los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) está el lograr la igualdad entre géneros y empoderar a mujeres y niños.

En este sentido, agrega que si se le empodera y da habilidades a una mujer para que tenga autoconfianza y se capacite, se aporta a un mundo más pacífico, próspero y sostenible. “Para que la mujer logre estos puestos de mayor responsabilidad, para que cuestione estructuras machistas y patriarcales, para que cambie el chip machista… tiene que capacitarse”, menciona.

Club de líderes. Entrenamiento con jóvenes de 15 a 20 años, quienes desarrollan habilidades de liderazgo. Participan los hijos de los colaboradores de las empresas.

Pasiones y gustos

Además de amar su trabajo, a Beatriz Manrique le gusta viajar con sus amigas y “disfrutar auténticamente de la vida”. Le encanta compartir actividades con sus nietas y conversar con su esposo. Le fascina cocinar porque es un espacio en donde crea con libertad, leer a solas mientras toma un café, andar en bicicleta al aire libre y el kayak y para “votar la tensión” come cangrejo.

Amor de familia. Beatriz posa junto a su esposo y cuatro de sus cinco nietas. Comenta que siempre tiene energía para realizar actividades con las pequeñas.

(I)