Adiós a Sean Connery: el actor escocés falleció a los 90 años dejando un brillante legado de filmes ya clásicos

Los expertos y cinéfilos coinciden: nunca habrá un James Bond como él. Fue precisamente ese personaje el que más aborreció Sean Connery, el actor escocés que ha muerto este sábado en las Bahamas. Su gran talante actoral, que lo llevó a conseguir un Óscar en 1987, quedó como legado en innumerables cintas, recordó el diario español
El Confidencial. Tenía 90 años y la familia confirmó el deceso a medios británicos.

Nueve décadas bien vividas que no siempre fueron cómodas, ni fáciles. Tras pasar por la Marina Británica y convertirse en fisicoculturista, Sean Connery incursionó en la actuación. Le puso trabajo y tesón a un talento prácticamente innato para interpretar. En 1962 con Dr. No, la primera película de James Bond, comenzó a convertirse en un icono.

Vaya si lo logró. En 1999, a sus 69 años, la revista People lo calificaba como el hombre más sexy del siglo. Consciente de su físico poderoso, quiso alejarse de los estereotipos. También lo consiguió dando vida a personajes emblemáticos cuando ya era un hombre muy maduro. El nombre de la rosa (1986), Indiana Jones y la última cruzada (1989) o Los Intocables de Eliot Ness (1987).

En esta cinta, la extraordinaria caracterización de Sam Malone le valió un Óscar. Steven Spielberg calificó a Sean Connery  de "estrella genuina".  Decidió, voluntariamente, retirarse de las pantallas sin mucho escándalo en 2003. Máximo representante del nacionalismo escocés, vivió en el Caribe permanentemente desde 1975. Allí inició su viaje a otros paisajes. (I)

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