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Ineos, la máquina de ganar encontró el acento colombiano

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PARÍS/AFP

Menos dominador colectivamente y llevado al límite en una edición durante mucho tiempo sin decidir, el equipo Ineos encontró la clave para ganar su séptimo Tour en ocho ediciones gracias a Egan Bernal, el fenomenal escarabajo que puso el acento colombiano en la máquina británica.

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Bradley Wiggins, Chris Froome, Geraint Thomas y Egan Bernal. Cuatro vencedores diferentes para una hegemonía incontestable desde 2012, un periodo en el que al Sky, Ineos desde abril, solo se le escapó el Tour de 2014, conquistado por Vincenzo Nibali.

De sus cuatro reyes, el último no tiene nada que ver con sus predecesores: no es británico, no es un excelente rodador, mide menos de 1,80 metros y, sobre todo, es mucho más joven que los otros tres al ganar su primer Tour.

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Bernal, de 22 años, mide 1,75 metros y ante todo es un escalador de altísimo nivel. Lejos del perfil tipo de ganador del Tour ‘made in Sky’.

Parece que la estructura creada por Dave Brailsford ha renovado sus principios con el cambio de nombre.

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‘Saber tener paciencia’

"Hay más de una manera de ganar el Tour de Francia", aseguró antes de los Alpes el patrón de la formación, subrayando que mantenía la estrategia de contar con dos líderes (Thomas y Bernal), a pesar de la amenaza de Julian Alaphilippe, capaz de aguantar el maillot amarillo durante 14 días, con 1:30 minutos en la general antes de la 19ª etapa.

Una situación inédita para un equipo acostumbrado a amarrar el amarillo durante la primera semana. "Mucha gente ha podido hacerse preguntas, pero al final la estrategia ha dado resultado y el trabajo de equipo ha sido más importante que las individualidades", añadió el sábado.

La última semana le ha dado la razón. Ineos recuperó el control de la carrera y dejó exprimir a la perla colombiana que terminó el Tour en los Alpes, con gran altitud, donde su talento sale a flote, como indiscutible rey del pelotón.

Le bastó una etapa y media allí -la segunda fue interrumpida en la última ascensión por la meteorología- para dar el gran golpe.

"Hay que saber tener paciencia. Hay mucho trabajo detrás, mucho tiempo luchando en el pelotón. Tenemos la experiencia, no hay que tener miedo, ni precipitarse o inventar cosas improbables", analiza su director Nicolas Portal.

La clasificación final premió su estrategia con un doblete, primero y segundo, como en 2012 con Wiggins y Froome. Pero la manera de lograrlo fue completamente diferente.

Carapaz, el próximo referente

Con la baja de Froome, gravemente lesionado a mediados de junio en el Criterium del Dauphiné, Ineos perdió a su líder natural, al que Bernal había sostenido el año anterior para que alcanzara el tercer escalón del podio.

También perdió, sin una explicación muy clara, su implacable dominio en la montaña, sobre todo en los Pirineos, con el mismo equipo, salvo Froome, que en 2018.

"¿Es Ineos menos fuerte? Quizás, pero esto no impide estar en el Top 5 con dos corredores. Teníamos seguridad en nosotros mismos, sin la presión de portar el amarillo", reflexiona el director francés sobre el transcurso de la prueba.

Estructura inglesa, Ineos se ha abierto definitivamente al mercado internacional. "Sabíamos que teníamos un grupo de chicos viejos que eran buenos y buscamos de manera profunda en la nueva generación. Decidimos que sería Egan. Luchamos duro por tenerlo y se ha desarrollado de manera fantástica", explica Brailsford.

A falta de confirmación oficial, la próxima estrella sudamericana en vestir la camiseta del equipo será el ecuatoriano Richard Carapaz, ganador del Giro de Italia.

Además ya cuenta en sus filas con otros latinoamericanos precoces: el colombiano Iván Sosa, de 21 años y el ecuatoriano Jhonatan Narváez, de 22. Parece que el dominio del Ineos llevará definitivamente acento latino. (D)

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