Yesenia Prado, una mujer que lleva 24 años en el mundo florícola y hoy dirige un importante departamento de una multinacional de la química

Quito / Jennifer Guamán O.

 

Lidera reuniones, visita florícolas en distintas partes del país, coordina nuevas acciones de campo y virtuales, realiza actividad física, sirve la cena, lee cuentos a su hija y hasta se da tiempo de estudiar. Parece ser la lista de actividades que solo una supermujer podría hacer en un mismo día; pero no, eso parte de la cotidianidad Yesenia Prado.

Esta ingeniera agrónoma reconoce que sus jornadas no son fáciles y que el apoyo de su familia es fundamental. El equilibrio y el trabajo en equipo son clave en su estilo de vida, pues le han permitido alcanzar sus metas tanto en lo laboral como en el hogar. “Necesitamos ser como una tribu y ayudarnos los unos a los otros”, dice.

Lleva 24 años en el mundo florícola. Su experiencia fue adquirida en distintas compañías. Se inició en el área de productividad, luego pasó a la técnica, y después a la comercial. Todos los conocimientos obtenidos encajaron casi a la perfección cuando entró a una multinacional, en la que lideró los negocios de México, Colombia y Perú. Actualmente, es responsable del área de Professional Special Solutions (PSS) en BASF, una empresa química presente en varios países.

Confiesa que le costó mucho ganar el espacio donde está y que, a pesar de ciertas dificultades, en algunos casos por su condición de ser mujer, ha podido cumplir sus propósitos. “A lo largo de mi vida he tenido situaciones difíciles cuando la apertura no ha sido tan buena de parte de los hombres. También he tenido jefes muy buenos, en su mayoría hombres, que han sabido entender mi proceso de maternidad y que nosotras somos más emocionales”, comenta.

La quiteña cuenta que le encanta trabajar con mujeres, casi todas son cabeza de hogar. “Creo que es una bendición ser mujer porque las mujeres estamos en todas las áreas de este negocio, pese a ser una industria históricamente manejada por hombres”, sostiene.

Es hija de una migrante y nació en un hogar humilde, allí comprendió que debe luchar por sus sueños. Uno de ellos fue estudiar una maestría en Negocios en Costa Rica, pero por falta de dinero y tiempo lo tenía en su lista de pendientes. Ahora que ya está por graduarse siente gran alegría por haber vuelto a estudiar, esta vez a sus 46 años.

"Mi equipo de trabajo es solo de mujeres; no fueron escogidas por su género, sino porque realmente son capaces y comprometidas".

Yesenia Prado – PSS en BASF

Está convencida de que todo es posible y que de situaciones difíciles solo se puede salir victoriosa cuando se las enfrenta con buena actitud. “La mujer tiene que empoderarse para liderar, expresar situaciones difíciles y no quedarse estancada”, concluye. (I)