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Walter Cedeño ‘pega fuerte’ con sus implementos para box en Guayaquil
No es aficionado al boxeo pero desde hace tres años fabricar implementos para este deporte es su mundo y aprender, su mayor pasión.
La primera vez que ofreció sus guantes de boxeo a una tienda de artículos deportivos, el artesano Walter Cedeño recibió un golpe que lo envió directo a la lona.
“El dueño me dijo que mi producto no era bueno”, recuerda el guayaquileño de 41 años. Eso ocurrió hace 3 años, cuando cargado de sacos y acompañado por su esposa, Beatriz Navarrete, salía a buscar clientes en varias ciudades. La experiencia lo “bajoneó” pero tirar la toalla no era opción. “Llegué a la casa, prendí mi máquina de coser y me puse a trabajar toda la noche”. Videos de YouTube, información de sitios web y sus propias ideas fueron su entrenamiento. “Un mes después volví al mismo local, mostré mi nuevo guante y me lo compraron; al poco tiempo tenía tantos pedidos que no me abastecía”, relata orgulloso este emprendedor obsesionado con mejorar.
Hoy Cedeño es el principal fabricante para los profesores de boxeo de la ciudad y de la mayor parte de distribuidoras. Sus guantes, sacos de box, peras, y más artículos también han ‘pegado’ en Machala, Manta, Milagro, Babahoyo, y más. En las manos de boxeadores locales han llegado hasta Colombia, Perú, Chile, por competencias. Y todo parte de un pequeño taller ubicado sobre la av. Domingo Comín, diagonal a la parada de Metrovía del mercado de la Caraguay.
Para Cedeño, su romance con la aguja empezó a los 14 años. “Yo trabajaba para un chino en el centro (de Guayaquil) y le cambiaba mi arroz a un amigo al que le decíamos ‘el Niño’ para que me enseñe a coser”.
Por 15 años laboró creando bolsos y maletas pero la importación de manufactura extranjera bajó las ventas. Eso lo obligó a independizarse y a buscar otras ciudades.
“En Santo Domingo aprendí con un amigo cómo armar los guantes pero allá el mercado era muy pequeño, entonces me vine a Guayaquil”, conversa este luchador, padre de siete y abuelo de una nena, Ashley.
Aunque hoy su mundo gira en torno al pugilismo, Cedeño admite no ser un amante del deporte de puños. “Por el tiempo no me meto a entrenar, aquí se trabaja todo el día”.
Las noches, en cambio, son para seguir aprendiendo y caminando hacia una meta: ser tan reconocido como su ídolo, el fabricante mexicano de artículos deportivos Cleto Reyes. (I)
“Me gusta que los maestros de box me digan qué está mal con el guante; no me siento mal, mi trabajo es mejorar”.
Walter Cedeño
Artesano guayaquileño