Municipio de Quito asegura que las vallas metálicas que rodean el Palacio de Carondelet complica el acceso a turistas y genera una mala imagen: esto es lo que propone al presidente Noboa

Desde inicios de año, el Palacio de Carondelet está rodeado por vallas metálicas como estrategia de seguridad en este icónico espacio de la capital. La medida se optó después de que el presidente Daniel Noboa decretara estado de excepción ante la serie de hechos violentos en el país.

Desde entonces, los ciudadanos están impedidos de circular con total libertad en el exterior del edificio; esto es en la Plaza Grande. El vallado ha creado una separación de unos 10 metros alrededor de las calles García Moreno, Chile y Espejo, convirtiendo el centro histórico en un área más controlada y de acceso restringido.

Según Etzon Romo, gerente de la Empresa Pública Quito Turismo, explicó la presencia de las vallas en la plaza Grande genera un impacto negativo en el turismo y en los comercios ubicados en el centro histórico, recoge El Universo. Además, aseguró que las vallas podrían dar la impresión de una ciudad en crisis cuando Quito tiene menos problemas de seguridad en comparación con otras ciudades.

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Ante esto, el Municipio de Quito propuso al presidente Noboa un nuevo plan de seguridad. Este consiste en retirar las vallas metálicas que rodean esta edificación y reemplazarlas por una presencia activa de personas en la plaza Grande.

Además de la eliminación de las vallas, la propuesta busca promover una mayor ocupación del espacio público por parte de los ciudadanos. La idea es que la presencia de los quiteños actúe como un disuasivo natural para la delincuencia. (I)