Comunidad
Valeria Loyola conduce bus y buseta por las calles de Cuenca
La frase “mujer al volante peligro constante” no tiene cabida en la vida de Valeria Loyola Cando, una joven conductora profesional.
Ya sea en su buseta o en taxi, cada día se enfrenta a una nueva aventura por las calles de la urbe.
Valeria lleva 10 años en la profesión, de los cuales 8 maneja taxi. Su jornada inicia a las 04:40, con recorridos escolares y de una empresa. Luego regresa a casa para cumplir con las tareas del hogar. A las 12:00 sale nuevamente a trabajar y retorna a las 16:00 para desempeñar el rol de madre con sus dos hijos: Joseline de 16 años y Matías de 9. Aunque por ahora el taxi lo maneja esporádicamente, comenta que no deja de apasionarle el compartir con la gente y escuchar sus problemas durante contados minutos que dura la carrera.
Valeria indica que al iniciar en la conducción profesional se enfrentó a comentarios y rechazos, incluso de mujeres. “Los caballeros no querían subirse y las mujeres me preguntaban ¿por qué está aquí?, ¿usted tiene hijos?, ¿por qué no se dedica a ellos?” Sin embargo en este caminar el apoyo de su familia fue primordial. Para su esposo, Marco Aucapiña, Valeria es indispensable en su “clan” y sociedad.
Ellos no solo comparten 19 años de matrimonio, sino también el gusto por la misma profesión.
Marco señala que su esposa le transmite seguridad a su hija, mientras que su hijo se siente orgulloso y pondera del talento de su madre en el volante.
En la actualidad y con mayor presencia femenina en la conducción, Valeria dice que hay quienes la felicitan por su manera de manejar, por la comodidad que genera a sus pasajeros y las buenas conversaciones que surgen durante el viaje. (I)