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Madre sufre por ver a su hijo médico en sala UCI y que no pueda cumplir su sueño: "Casarme con la mujer que amo", expresa David Vallejo en su última carta
"Soy el Dr. David, tengo ganas de vivir y cumplir mis sueños: casarme con la mujer que amo (Mave), construir una familia (…) Sé que harán lo mejor". Esto expresa David Vallejo, un médico ecuatoriano que ahora está internado en una sala UCI por contagio de COVID-19. El joven de 27 años postergó su matrimonio con Mavelin Bonilla, "la mujer que ama" y prometida, debido a la pandemia.
La historia de David narra junto a la de Mavelin, ambos médicos. En mayo, al inicio de la pandemia, la pareja aplazó su boda por atender la gran cantidad de pacientes por coronavirus en Ecuador. Los jóvenes empezaron su relación hace más de cuatro años, tras coincidir en otro hospital. El país se enterneció el año pasado al conocer la historia de los médicos, que colgaron en sus redes sociales una fotografía juntos mientras trabajando el día que habían elegido para casarse (23 de mayo de 2020).
Los planes siguen intactos, pero los obstáculos continúan. David está entubado en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y su pronóstico es reservado. Las declaraciones de sus sueños son las últimas palabras que escribió David antes de ingresar a la UCI a causa del coronavirus.
‘Los médicos también son humanos‘
La familia del joven médico guarda la esperanza de que exista una evolución favorable y anhelan celebrar este 1 de febrero juntos, pues David cumple 28 años. Ecuavisa entrevistó a la madre de David, Karina Terán, que llorando habla de la situación de su hijo y lo duro de ser mamá de un médico en la pandemia. "Como madre quería morir y lo único que quería era venir rápido porque la única petición que hizo a los médicos fue que no lo entubaran hasta que yo llegue a darle a bendición. Siempre me contaba después de sus turnos los pacientes, cuántas personas había salvaba, cuántas personas había hospitalizado y cuántas personas habían muerto. No podía creer que ahora le tocó a él", comenta Karina. El dolor de la madre de David se nota en su ojos y su voz quebrada, tratando retener sus sentimientos para poder hablar. Karina cuenta que su fortaleza está en las oraciones y en la ventana del hostal, donde alquila una habitación frente al hospital donde etsá su hijo, todo los días los bendice.
Karina recuerda que los médicos también son humanos y pueden enfermarse. Además solicita que los ciudadanos se cuiden para disminuir el numero de pacientes hospitalizados.
"Dentro del dolor que tengo, pido que por favor se cuiden, que la gente no sea irresponsable. Los médicos tiene familia, los médicos somos seres humanos. Si un médico se enferma, detrás de él a una madre, como yo que sufre, que llora", dice. (I)