Comunidad
Luis Bonoso ‘musicaliza’ con su saxofón las vías del Puerto Principal
Entre el goteo de la llovizna, el rugido de los motores y los murmullos de conversaciones pasajeras, en la esquina de Chile y 10 de Agosto, el alegre soplido de un saxofón ancla las miradas sobre un hombre de baja estatura y ojos cerrados que se returce con el instrumento pegado a los dedos.
Se alejan unos oídos pero llegan otros. Una mano suelta monedas sobre un desgastado estuche abierto en el suelo. De repente se detienen las notas de la canción Sugar, de Maroon 5, y la voz del artista se oye.
“Gracias, mi señora”, responde Luis Bonoso, un músico de 29 años que hace 6 hizo de las calles porteñas su escenario. Esa cuadra es solo una de las que visita en su trayecto siempre rotante. La av. 9 de Octubre, la Alborada, Urdesa, el Malecón del Salado, son algunos otros puntos que ven su talento “si no hya metropolitanos”, cuenta Bonoso. Hace 11 años aprendió a tocar el saxofón en un templo evangélico y desde entonces supo que esa pasión sería el sostén de sus días. Cuando empezó, en las calles encontró problemas pero también amigos.
“He conocido músicos, nacionales y extranjeros. Lamentablemente el concepto del arte no está bien formado, no todos aprecian la música y eso hace más difícil la tarea”, sostiene el saxofonista. Ser un trotamundos también le trae otras satisfacciones. “Gracias a Dios me ven en la calle y me contratan para eventos; también doy clases”, señala.
Cargado con su instumento, una maleta y muchas ganas, Bonoso alimenta ese Guayaquil que clama por arte, en medio del ajetreo de los días veloces. (I)
Datos:
“En redes sociales he encontrado videos míos que graban otros; eso me alegra”.
Luis Bonoso
Artista callejero
