Identifican 8 sectores de Guayaquil para la siembra de cerca de 2 mil árboles

Se encuentra en marcha el plan municipal de arborización urbana de Guayaquil dispuesto por la alcaldesa, Cynthia Viteri y a cargo de la Dirección de Áreas Verdes.

Se han identificado 18 avenidas a ser intervenidas, en 11 se reemplazarán las palmeras existentes por especies nativas u otras especies ecológicas que contribuyen a la oxigenación del ambiente, y en otras 7 avenidas, donde no existe vegetación arbórea, se plantarán árboles. 

Cerca de 2 mil árboles serán plantados en calles y avenidas de Guayaquil, dentro de la primera etapa del Plan de Arborización Urbana según explicó el Arq. Abel Pesantes, Director de Áreas Verdes, pero advirtió que la siembra del tipo de árbol “dependerá del ancho del parterre, tipo de suelo y de acuerdo a las obras de infraestructura subterráneas y aéreas en el sitio”.

Entre las especies a ser plantadas están las de características ornamentales, preferiblemente nativas como: Fernán Sánchez, Caoba, Guayacán rosado, entre otros. 

Pesantes indicó también que “la idea es no sembrar árboles pequeños, porque podrían ser destruidos y presa fácil de hurto. El plan es que tengan dos metros y medio de alto y un tronco de 3 a 4 cm de diámetro, para garantizar la siembra y su conservación”. 

Palmeras serán replantadas

Las palmeras a ser retiradas son las denominadas Veitchias Merrilli, conocida también como Botella Enana. Estas serán sometidas a un proceso de extracción y colocación en el vivero municipal, para que se recuperen del estrés del traslado y luego serán reubicadas en otro sitio aún no determinado.

De acuerdo a lo explicado por el director Pesantes, existen otras palmeras, como las que se encuentran en el parterre central de la avenida Portete que no serán retiradas por varios motivos, “como la Roystonea Regia o Botella Gigante o Palmera Real, que tienen mayor altura; el costo del trasplante es más elevado (entre los $400 y $500 cada una) y el índice de mortalidad es alta, por el estrés que sufren”. En esta zona se estudia junto a la Fundación Siglo XXI, que efectuó la regeneración de dicha avenida, la posibilidad de ubicar plantas en las aceras.

Los pulmones de la ciudad

Se indica además que la principal ventaja de plantar árboles es la oxigenación que generan a través de su proceso de fotosíntesis, convirtiéndolos en pulmones de la urbe, lo que se suma a la sombra que producen para protegerse del sol o de la lluvia a quienes se colocan bajo sus copas, que albergan a mayor biodiversidad, ya que se convierten en el hábitat de pájaros y otras especies. 

Dentro de la planificación para todo el periodo de la alcaldesa Cynthia Viteri se prevé la inversión aproximada de 8 millones de dólares en varios procesos de Arborización Urbana, con la respectiva contratación a empresas especializadas que no solo proveerán el nuevo árbol, sino que además se encarguen de la siembra y un mantenimiento de al menos 60 días. 

En las próximas semanas se empezará con la colocación de 200 macetas grandes en varios puntos de la ciudad. En ellas se sembrarán árboles que cuando alcancen un tamaño considerable serán replantados a un sitio definitivo. “Es decir las macetas nos servirán como semilleros”, acotó el arquitecto Pesantes. 

Diagnóstico de la infraestructura verde de la ciudad

Pero no es lo único encaminado por el cabildo en materia ambiental. Con el apoyo de la Corporación Andina de Fomento (CAF) se aplicará el Plan de Gestión de Espacios Verdes de Uso Público y Arbolado Urbano en Guayaquil. Mediante una consultoría se hará un diagnóstico de la infraestructura verde, que incluirá un censo del arbolado urbano, así como investigaciones de la flora apta para el área urbana y sobre la fauna existente.

En una segunda fase se analizarán los aspectos arquitectónicos y la tipología de las áreas verdes, esto es en: parques, plazas, parterres y distribuidores de tráfico. Aquí se identificarán los bosques y corredores verdes urbanos, así como aquellos árboles considerados patrimoniales; estos últimos son calificados así al tratarse de una especie en peligro de extinción o si amerita su conservación por ser un ejemplar único.

Líneas de acción que se encaminarán a través de una ordenanza que considere cada detalle con la priorización del proyecto piloto. (I)