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Eunice Cerón, ícono de la aviación que prepara a nuevos pilotos en Guayaquil
La Capitana Maravilla, ese personaje del filme que se estrena hoy en cines, sí existe. No es una mujer: son muchas y son ecuatorianas.
Según la Dirección de Aviación Civil (DGAC), al menos 119 mujeres cuentan con licencias en diferentes ramas de esta profesión. Al igual que la heroína de la película, estas capitanas surcan los cielos para que aquí en la tierra todo gire mejor.
Un ícono en este campo es la capitana Eunice Cerón, quien hace 34 años tomó el mando de su pasión inspirada por su familia de pilotos. Hoy, con 12.000 horas de vuelo también es jefe de instructores en el AeroClub del Ecuador, escuela de pilotos en Guayaquil. “En el año ‘83 no había otras mujeres en la aviación, era muy extraño, y yo me adapté a este medio; el machismo existía”, señaló Cerón pero aseguró que esa situación está cambiando y hoy las mujeres llegan con igualdad a este mundo. “Ser mujeres en este medio nos exige aún más hacer las cosas bien y no dar lugar a la crítica”, piensa Cerón, una de las primeras féminas en conseguir la licencia de piloto privado.
Aunque admite haber perdido momentos de la vida de su hija, su madre se convirtió en el apoyo para mantener su hogar en pie.
La preocupación de dejarlas en tierra se desvanece al contacto con las nubes, donde la concentración es el mejor aliado. Tocar puerto otra vez y ser recibida con orgullo es la recompensa de ser una mujer realizada. En su rol de instructora, Cerón es exigente pero también comprensiva y amistosa. A sus estudiantes los llama ‘hijos’ y verlos volar solos es su recompensa. Con tesón, confianza y esfuerzo cumplen el sueño que pocos superhéroes logran: volar. (I)
“Volar es sentir la libertad”, describe Karla Millán Giraldo (foto), una joven de 17 años que empezó hace un mes el curso de piloto privado.
Llegó inspirada por la profesión de su hermano y gracias a él acumula experiencia como copiloto para pronto tomar el asiento principal. Datos
¡Pasión sin igual!