Comunidad
Fórmulas La Salud, un legado farmacéutico que vive en un árbol generacional de la urbe porteña
Elena Barriga Pino dice que lo primero que vieron sus ojos al nacer fue la botica de su padre. Setenta y siete años después, ese recuerdo sigue intacto en su mente como consecuencia de un amor que ha logrado mantener en el tiempo y como fruto de su empeño de adquirir las fórmulas de dicha droguería que su padre decidió vender en los 80.
Así, hace 30 años aproximadamente, la Botica y Droguería La Salud pasó a ser Fórmulas La Salud con Barriga al frente, quien comenzó a guiar el negocio con base en lo que había aprendido en su adolescencia junto a su padre y con la experiencia que había acumulado desde cada una de la áreas en las que trabajó. Aunque revela que lo suyo nunca fue la química farmacéutica, asegura que lo que aprendió del negocio familiar valió para poder hacerle frente al negocio en el que también se han involucrado sus hijos con el tiempo.
María José López es una de ellas. Hace cuatro años decidió aceptar la oferta laboral de su madre y por ello, hoy, se encarga de la parte administrativa del negocio, al mismo tiempo que se ha encargado de llevar la marca familiar al mundo digital. Así es como en el proceso de la migración a lo digital ha podido ejercer su profesión, el diseño gráfico. Pero no solo ello, también ha desarrollado otras habilidades. “A medida que me involucré de lleno aquí me gustó conocer de nuestros productos. Saber que son de una calidad increíble, que nosotros no rebajamos ninguna sustancia y que son puros me da la seguridad de vender, porque incluso eso he descubierto aquí, que soy buena para vender”, asegura con una sonrisa.
Por su parte, Elena no solo se siente orgullosa de compartir el legado farmacéutico con los suyos, sino también de ayudar a todos aquellos que confían en su trabajo, pues, asegura que servir la impulsa a seguir con esta labor de sanar. (I) Datos: