María Gabriela Apolinario y Jean Carlos Gallegos están casados hace 23 años, tienen cuatro hijos y los une un profundo amor por los animales. Todos los miembros de su familia han sido, de alguna manera, rescatistas y hace casi un año se lanzaron con un emprendimiento singular que, por increíble que parezca, fue inspirado por un gatito recogido de la calle.

Tom es un gato gris que había sido abandonado con solo días de nacido. Tenía un ojito lastimado. La hija mayor de la pareja lo encontró y, sin dudarlo, lo llevó a casa. El veterinario sugirió extirpar el ojo afectado para evitar que la zona se pudriera y que el animalito muriera.

Con seis puntos en su carita lo llevaron a su domicilio, donde ya habitaban cuatro gatos, dos perros y una tortuga.

El médico recomendó separarlo de los otros animales para evitar que se lastime el ojo extirpado. “No nos quedó otra que meterlo en nuestro cuarto por 15 días con la puerta cerrada.

Mi esposo le armó un arenero de cartón con la arena que usábamos con nuestras gatas desde hace tres años y que nosotros elaborábamos con productos orgánicos”, narra Gabriela.

El improvisado arenero permanecía noche y día debajo de su cama y ambos descubrieron que aunque el gato hacía popó varias veces al día no había mal olor. Y así verificaron que su arena era inhibidora de los olores, o sea de buena calidad. Y la orina no pasaba del cartón, sino que se quedaba atrapada en las piedras.

Así nació la idea de comercializar arena para gatos de origen orgánico, pero con un toque diferente, ayudar.
Tom Cat no tiene local, pero vende online en Instagram: @tomcatec y en Facebook: Tom Cat.

Su hija mayor, que estudia diseño gráfico, creó la marca con colores que evocan la unión familiar y elabora los post para las redes sociales. Jean Carlos se encarga de la distribución y María Gabriela de las redes sociales.

Entregan la arena a domicilio en Guayaquil, Durán y en ciertas provincias sin ningún recargo. Trabajan de lunes a domingo y a toda hora.

Jean Carlos menciona que su arena contiene varios minerales que eliminan los olores de las heces, componentes ciento por ciento orgánicos y amigables con el ambiente.

“A los gatos les encanta y apenas llega a casa se revuelcan sobre ella porque sienten que están en la playa dándose un baño de arena”, cuenta feliz Jean Carlos.

Labor solidaria

Tom Cat siempre está presente en ferias animalistas y de adopción colaborando con productos, incluso en jornadas de esterilización. “Nuestro deseo es aportar con un granito de arena para un gatito de la calle”, aseguró Gabriela.

Así nació ‘Donación Express’ de Tom Cat, servicio que beneficia a gatitos que necesitan ayuda. Por ejemplo, una fundación o refugio necesita medicina, comida y arena para sus rescatados.

Tom Cat facilita a las personas con deseo de colaborar y que no tienen tiempo, el traslado de la arena a la institución. Es decir, a través de una transferencia bancaria te ayudan a apadrinar a un minino, llevando la donación de arena a tu nombre.

La idea con esto es enseñar a la gente que hay muchas formas de ayudar.

 

Ahorro de arena y de dinero

Al adquirir Tom Cat te comparten un video de la limpieza correcta del arenero que te ayuda a ahorrar arena. Tienen tres presentaciones, de 25 kilos a $20, 10 kilos a $10 y de 5 kilos. Esta incluye un arenero y palas, cuesta $15. Informes: 0978793898. (F)