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Don Jimy Córdova, ni la pandemia le ha podido arrebatar su amor por el arpa y amenizar con música a los transeúntes en las calles de Quito
30 años se dicen fácil pero encierran toda una vida, eso es lo que lleva don Jimy Córdova alegrando con melodías y armonías a los transeúntes en las calles de Quito. Una reciente fotografía durante su faena fue compartida en Twitter y revela que ni la pandemia ha logrado alejarlo del oficio que más ama: tocar el arpa.
Vestido impecablemente con su característico traje y cobarta, don Jimy, ahora agregó a su elegante atuendo una mascarilla, cumpliendo el protocolo de bioseguridad para evitar contagiarse de COVID-19 mientras trabaja. Ya es casi un icono de la ciudad, a sus 86 años aún carga con su arpa deleitando a todos los que transitan por las avenidas Naciones Unidas y 6 de Diciembre, dichas calles se convierten en su escenario en donde interpreta pasillos, valses, pasacalles, sanjuanitos y baladas.
Su sueño de niño siempre fue dedicarse a la música así lo reseña un trabajo publicado por El Comercio en 2011, allí reveló que proviene de una familia de artesanos y músicos, de pequeño en su natal Ambato, en la Provincia de Tungurahua, acompañaba a su padre a las presentaciones y desde entonces comenzó su amor por el instrumento. Aprender a tocar el arpa le tomó dos años y gracias a ella le ha valido una vida de experiencias únicas, en la que destaca haber conocido a su esposa con quien ha compartido más de seis lustros.
“Es el mejor legado que me dejó mi padre, me da para vivir y me dio a la mujer de mi vida”, dijo don Jimy en la publicación donde también recuerda que solía tocar en restaurantes de la capital, bodas, bautizos y en cualquier evento donde lo contrataran.
En la imagen que compartió el periodista Sébastien Mélières, @SbastienMlires1 en Twitter, el pasado 20 de abril se ve al músico de las calles de la capital ecuatoriana con su inseparable instrumento. El comunicador pidió a modo de denuncia, no permitir que "personas mayores arriesguen sus vidas para ganarse el pan", en referencia al riesgo que corre don Jimy al estar expuesto al contagio de la COVID-19. Don Jimmy tiene 30 años tocando el arpa en Quito. Ayer circuló esta foto y no podemos permitir que personas mayores arriesguen sus vidas para ganarse el pan. — Sébastien Mélières (@SbastienMlires1) April 20, 2021 Las respuestas fueron variopintas, algunos estuvieron de acuerdo, otros como la usuaria Pepita de Zevallos, @PepitadeZ, comentó que tal vez la idea de sacar a don Jimy de las calles sería su final. "Pensaría que vestirse lindo y tocar su arpa cada día es su vida, si lo sacan de ahí lo más probable es que enferme y muera de depresión", dijo. También solicitaron que sea tomado en cuenta para la vacunación como una forma de protegerlo ante el incremento de contagios.
(I)
Suele tocar en las avenidas naciones unidas y 6 de diciembre. ¡Si pueden fílmenlo y hagamos que la ayuda sea viral! pic.twitter.com/YwHC7kglDZ
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