El pasado 8 de diciembre de 2024, cuatro niños desaparecieron en Guayaquil tras un falso operativo ejecutado por sujetos disfrazados como militares y policías.
Contexto del falso operativo
Los menores, Josué e Ismael Arroyo (14 y 15 años), Saúl Arboleda (15) y Steven Medina (11), fueron secuestrados mientras jugaban cerca del Mall del Sur. Luis Eduardo Arroyo, padre de dos de los niños, relató que hombres armados los subieron a un vehículo tras disparos al aire.
Extorsiones
En entrevista con Ecuavisa, uno de los padres narró una llamada anónima en la que un hombre afirmó que los niños estaban vivos pero en peligro. Según el testimonio, un menor logró decir: “Los militares nos cogieron, nos acusaron de robo, nos metieron palo y nos dejaron botados. Por favor ven, sálvame”.
El hombre que realizó la llamada advirtió a la familia que evitaran involucrar a la Policía. Sin embargo, tras denunciar a las autoridades, los operativos no tuvieron éxito. Posteriormente, el hombre expresó su molestia diciendo: “La mafia se llevó a los pelados”, según narró el padre.
Las familias han recibido mensajes extorsivos solicitando $2.000 a cambio de información falsa sobre el paradero de los menores. Una madre relató que los extorsionadores se negaron a dejar escuchar las voces de los niños.
Datos del contexto violento que viven niños
Este caso ocurre en un contexto de creciente criminalidad en Ecuador, que registra más de 2.100 secuestros en 2024, según cifras oficiales. Un informe de la CIDH alerta sobre cómo grupos criminales reclutan niños de zonas vulnerables, cooptándolos mediante intimidación, violencia y amenazas.
La unidad antisecuestro (Unase) lidera la investigación mientras las familias recurren a redes sociales para buscar ayuda. El caso refleja la alarmante influencia del crimen organizado en comunidades empobrecidas del país.
(I)