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Así es el polémico contrato por recolección de basura en Quito que termina tras siete años

En la sesión del Concejo de este 3 de junio, varios concejales solicitaron la renuncia del gerente de Emaseo.

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En Quito, barrios del norte y del sur enfrentan serios problemas con la recolección de basura. En sectores como Chiriyacu, Solanda, La Tola, Quitumbe, La Ecuatoriana, Guamaní, Calderón, Carapungo, Llano Chico, La Roldós, Pisulí y La Planada, los residuos se recogen con retrasos de 7 a 10 días, según sus moradores.

La situación se relaciona con la ruptura del contrato entre la Empresa Metropolitana de Aseo (Emaseo) y el consorcio Recobaq, vigente desde 2018. Este acuerdo establecía que la empresa entregue 40 nuevos camiones y mejore otros 14, además de brindar mantenimiento al 30 % de la flota de ese año (54 vehículos).

La relación contractual se modificó tres veces en seis años. En 2024, el plazo se extendió hasta el 18 de mayo de 2025, porque Emaseo no tenía capacidad para atender su propia flota. Sin embargo, el 3 de junio de 2025, el gerente Jorge Jaramillo anunció que la terminación del contrato es definitiva.

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¿Modelo mixto de mantenimiento?

El 3 de junio de 2025, Jaramillo indicó, durante la sesión del Concejo Metropolitano de Quito, que el nuevo esquema será un modelo mixto de mantenimiento. Los trabajos preventivos los hará Emaseo directamente. Los correctivos, en cambio, estarán a cargo de marcas específicas. Para esto, la empresa firmó tres contratos: $ 1,2 millones con Austral, $ 472.000 con DAF y $ 246.000 con Iveco. Todos durarán un año.

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El alcalde Pabel Muñoz defendió esta estrategia al asegurar que el nuevo modelo permitirá ahorrar $ 6 millones durante 2025. Insistió en que la terminación del vínculo con Recobaq permitirá apostar por un sistema más eficaz.

Camión de Emaseo reemplaza contenedores de basura en la capital. Foto: Emaseo.

Pugna judicial entre Emaseo y Recobaq suma más de $ 4 millones

La relación con Recobaq fue conflictiva desde el primer año. En 2019, la exgerenta de Emaseo, Yolanda Gaete, advirtió que el mantenimiento no podía costar más de $ 50 millones. Expresó que desde el inicio hubo incumplimientos, como un retraso de 307 días en la entrega de camiones y 120 días en el traspaso de propiedad. Así lo dijo al portal Primicias.

Emaseo intentó romper el contrato, pero Recobaq interpuso una demanda. Logró una acción de protección y recibió un pago de $ 2,5 millones. En 2020, volvió a demandar por supuestos daños. El Tribunal Contencioso Administrativo falló a su favor. Emaseo tuvo que pagar $ 1,8 millones adicionales.

Los dos juicios están ahora en etapa de casación, según el gerente Jorge Jaramillo, a la espera de un fallo definitivo.

Basura se recoge en camionetas y no en recolectores. Foto: Cortesía.

Pedido de renuncia y dudas sobre contratos internacionales

En la misma sesión del Concejo Metropolitano del 3 de junio, el concejal Wilson Merino denunció que le apagaron el micrófono mientras hablaba. Señaló que la vicealcaldesa María Fernanda Racines le quitó el uso de la palabra.

Merino aseguró que el gerente confirmó la presencia del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en procesos desde 2023. Sin embargo, el 16 de abril de 2025, el mismo funcionario dijo que no existía ningún contrato firmado con esa organización.

El concejal indicó que, a través de este esquema, se compraron 10 camiones recolectores y se planearía adquirir seis más, además de 1.023 contenedores.

"Le están mintiendo a la ciudad. Usan triangulación prohibida por la Ley Orgánica del Sistema Nacional de Contratación Pública", reclamó Merino.

Durante la sesión, los concejales Bernardo Abad y Fidel Chamba pidieron la renuncia del gerente Jaramillo. Chamba acusó una falta de traspaso técnico entre Recobaq y Emaseo. Aseguró que el 44 % de la flota de carga lateral no opera y que 17 % de los vehículos de carga posterior tampoco funciona.

En ese sentido, Jaramillo respondió que la operatividad actual es del 85 % y que eso permite cubrir el 99 % de las rutas. Abad cuestionó sus justificaciones y señaló que "culpar a las administraciones pasadas es una forma de encubrir errores actuales que afectan a los barrios".

Hasta la fecha, la organización internacional no ha respondido públicamente sobre su papel en los contratos. 

(I)

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