Comunidad
La mitad de la población vulnerable ha sufrido violencia física y más de la mitad rechazo social
La violencia y discriminación hacia personas vulnerables se percibe, cada día, en aumento y un estudio hecho en la región.
El Estudio sobre Violencia, Estigma y Discriminación (VED) en mujeres trans, personas que usan drogas, personas que ejercen el trabajo sexual y hombres gays en Costa Rica, Ecuador, Panamá y Perú ha sido desarrollado por la Alianza Liderazgo en Positivo y Poblaciones Clave (ALEP+PC), un proyecto multipaís financiado por el Fondo Mundial.
En este se evidencia altos niveles de estigma interpersonal:
- El 60 % de las personas encuestadas sufrió violencia en relaciones de pareja.
- El 52 % enfrentó discriminación por parte de amistades.
- En la comunidad, el 50% vivió violencia física y el 69 % rechazo social.
Esta alianza está conformada por 10 redes regionales —6 de personas con VIH y 4 de poblaciones clave—, con Hivos (organismo que desarrolla proyectos sociales). Su misión es mejorar la esperanza y la calidad de vida de personas con VIH y de poblaciones clave como personas trans, gays, trabajadoras sexuales y usuarias de drogas. Actualmente está en 12 países de América Latina, incluyendo Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay y Perú.
Este estudio forma parte de la segunda fase del Estudio VED, una investigación regional que en años anteriores fue realizada solo en Costa Rica, Panamá, Perú y Ecuador y en esta nueva edición se llevó a cabo, a lo largo del año 2024, en los cuatro países mencionados, con un total de 1.610 encuestas. La muestra se distribuyó equitativamente: 408 en Costa Rica, 400 en Ecuador, 402 en Panamá y 400 en Perú. El trabajo de campo fue realizado por encuestadores pertenecientes a las propias poblaciones clave participantes, lo que garantiza un enfoque más sensible, contextualizado y representativo de las realidades que se buscan visibilizar y los resultados fueron los siguientes:
“Los datos que presentamos no son neutrales, no son fríos, nos son abstractos. Detrás de cada número hay cuerpos concretos que han sido empujados al margen, hay trayectorias interrumpidas, diagnósticos tardíos, puertas cerradas, denuncias sin respuesta, hay personas a quienes se les ha dicho que su vida no vale lo mismo que la de los demás” expresa Karina Bravo, secretaria regional de Plaperts (Plataforma latinoamericana de personas que ejercen el trabajo sexual) y miembro de la Alianza Liderazgo en Positivo y Poblaciones Clave.
También declara que el propósito del estudio es dejar constancia que el estigma, no es una percepción exagerada, ni una narrativa victimista, ni un problema individual. Es una violencia estructural sostenida y muchas veces amparada por políticos, silencios y complicidades. (I)
Discriminación en servicios básicos
Estigma estructural y exclusión
El estigma se interioriza
Brecha en la denuncia
Grupos con mayor carga de violencia
Educación y discriminación