Publicidad

Comunidad

Operativo en el sur de Quito desmantela centro clandestino de combustible: robaban 20.000 galones diarios desde el poliducto Quito – Riobamba

Según las hipótesis de las autoridades: el combustible robado se distribuía a estructuras de delincuencia organizada

Published

on

Publicidad

Un depósito de papas ocultaba un centro clandestino de robo de combustible.El inmueble funcionaba como fachada. Se ubicaba en el sector de La Joya, en Cutuglahua, al sur de Quito. En realidad, se trataba de un centro de acopio de combustible sustraído ilegalmente del poliducto que conecta las ciudades de Quito, Ambato y Riobamba.

Durante el allanamiento, los agentes de la Unidad de Investigación de Delitos Hidrocarburíferos de la Policía Nacional y miembros de las Fuerzas Armadas encontraron seis cisternas. Tres estaban llenas y tres vacías. También había un camión cargado con hidrocarburos y 20 bidones de 250 galones, todos con combustible. Cuatro personas fueron detenidas. Así lo informó el Ministerio de Defensa en su cuenta oficial en la red social X.

¿Cómo operaban?

Publicidad

Las investigaciones duraron dos meses. Durante ese tiempo, las autoridades identificaron perforaciones ilegales al poliducto. En cada extracción se obtenían entre 1.250 y 1.500 galones, con un promedio diario de 20.000 galones. El perjuicio económico estimado para el Estado era de $ 60.000 por día.

Personal de las Fuerzas Armadas desmantelan centro clandestino de combustible. Foto: Ministerio de Defensa.

El teniente Fernando Córdova, de la Unidad de Delitos Hidrocarburíferos, indicó que las perforaciones fueron detectadas gracias a caídas inusuales de presión en el poliducto.

"No es la primera vez que se detecta este tipo de delito, y lamentablemente se ha venido incrementando desde 2022″, declaró.

El camión estaba lleno de bidones de combustible. Foto: Ministerio de Defensa.

Dentro del inmueble, se halló también un altar dedicado a la Santa Muerte, figura vinculada a grupos criminales transnacionales. Según las hipótesis de las autoridades: el combustible robado se distribuía a estructuras de delincuencia organizada, dedicadas a la minería ilegal y al procesamiento de drogas.

Según Córdova, las mafias prefieren robar antes que comprar legalmente, porque es más rentable. Para ello, emplean técnicas sofisticadas y válvulas de paso que evitan levantar sospechas inmediatas. Las investigaciones continúan. Las autoridades buscan determinar la magnitud de la red y los posibles nexos con otras organizaciones delictivas en el país. 

(I)

Lo más leído

Exit mobile version