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Arte con la técnica de la filigrana trasciende generaciones
Los delicados hilos de plata toman forma y se convierten en joyas como aretes, anillos, collares, pulseras, prendedores y pequeños cofres.
El artesano, Luis Ubado Marín, trabaja por 40 años con la técnica de la filigrana, oficio que lo transmitió a su hijo Gustavo Marín Cabrera, quien comenta que en la innovación de diseños está la aceptación de los clientes.
Entre sus creaciones se encuentran aretes, cadenas y anillos en forma de colibríes, mariposas, guitarras y orquídeas; así como cadenas de ochos (masculinas). Todos estos modelos se crean a partir de la imaginación e ingenio, señala Gustavo, un joven de 30 años de edad y que lleva 15 en el oficio. Según recuerda, desde pequeño sintió interés por la rama artesanal y comenzó a usar las herramientas de su padre.
Ahora, los dos laboran en su taller en la parroquia La Unión de Chordeleg, ubicada a 5 minutos del centro cantonal. Cada uno usa diferentes líneas de diseño. Para resaltar esta labor y legado artesanal, la Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo del Azuay y el Centro Interamericano de Artesanías y Artes Populares (Cidap) realizan la muestra ‘Encajes de plata, la sutileza de la filigrana’.
En la Galería de Oficios (GO) de la Casa de la Cultura se exhiben y comercializan las creaciones de Luis y Gustavo hasta el 15 de noviembre.
Los turistas extranjeros y quiteños son los que más adquieren las piezas. (I)