Así funciona la planta de aguas residuales que está en Quitumbe
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Quito tiene el propósito de descontaminar los ríos en un plazo de más de veinte años: Así funciona una de las plantas de tratamiento de aguas residuales en Quitumbe

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Se espera construir varias plantas con la proyección de cubrir todo el Distrito Metropolitano de Quito

Planta PTAR Quitumbe. Foto: Irina Jaramillo
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Con más de veinte plantas de tratamiento de aguas residuales se prevé descontaminar los ríos que rodean a la ciudad de Quito y aunque el proceso será lento y requerirá de grandes inversiones, en la capital ecuatoriana ya se trabaja para que ese futuro sea una realidad.

Debido a que se tiene previsto construir al menos veintiún de estas estructuras en zonas urbanas y rurales, la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (Epmaps)  busca dar a conocer a la comunidad cómo funcionarán, porque según la entidad, existe temor ante posibles afectaciones ambientales.

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En ese sentido, este jueves, 5 de septiembre de 2024, realizó un recorrido a medios de comunicación, en la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) Quitumbe, la cual ya opera desde hace cinco años, y es solo una muestra de cómo funcionará el sistema.

La estrategia de descontaminación de aguas

De acuerdo con la ingeniera Irina Moncayo, funcionaria de la Epamps, la estrategia municipal de descontaminación tiene cinco componentes. El primero corresponde al sur, centro y centro-norte de Quito.  Parte de este componente es la planta de Quitumbe.  La segunda planta que se construirá es la PTAR Quito, que estará en Conocoto, la cual permitirá dar cobertura al 49% de la población y será una de las más grandes.

Mientras que, el segundo componente, está destinado para atender a todas las parroquias orientales, desde Guayllabamba hasta Píntag, allí se construirán 10 plantas de tratamiento de aguas residuales.

El tercer componente es para el norte de la urbe y las parroquias anexas, zonas para las cuales se contará con dos plantas de tratamiento grandes y una pequeña en Oyacoto. Le sigue el cuarto componente, que estará en las parroquias de la Ruta Escondida y el quinto será para todo el Chocó Andino y la parroquia de Lloa.

Solo con las primeras etapas se podrá dar cobertura al 89 % de la población y ya con las demás abarcarían todo el Distrito Metropolitano de Quito, detalla Moncayo.

Lo primero que requiere cada proyecto, es contar con las redes de intercepción de aguas residuales, las cuales se encargan de captar el líquido contaminado para su debido proceso. Este es apenas el primer paso para la construcción de cada estación.

Así funciona PTAR Quitumbe

Se ubica en el extremo sur de Quito, entre las avenidas Rumichaca Ñan y Guayanay Ñan, con un área de 509 hectáreas para  atender a 15 barrios, con una capacidad para procesar 108 litros por segundo, equivalente a las necesidades de aproximadamente 85.000 habitantes.

Su funcionamiento consiste en varias etapas desde que el agua residual es captada con un interceptor y pasa por una canastilla que retiene los desechos sólidos más grandes, así se protege el sistema de bombas. La estación cuenta con tres bombas que operan de manera manual o automática según el caudal de entrada.

Después del bombeo, el agua pasa por un cribado mecánico que separa los sólidos finos y gruesos, lo que elimina materiales como basura y desechos orgánicos.

Luego viene el desengrasado y desarenado, donde se eliminan las grasas, aceites y sólidos sedimentables como arena y gravilla. Una vez que el agua ha sido tratada, pasa  a los reactores biológicos, donde se inyecta aire para mantener la actividad bacteriana que descompone la materia orgánica y los compuestos de nitrógeno. Aquí, las bacterias oxidan el amoníaco y realizan la desnitrificación para convertir nitratos en nitrógeno gas.

El lodo bacteriano formado en los reactores se separa del agua en los clarificadores, donde los lodos se sedimentan y se recirculan para continuar el tratamiento o se retiran para su disposición final.

Una vez así, el agua clarificada pasa por un sistema de filtración mecánica que asegura la eliminación de sólidos suspendidos, para que el agua tenga un bajo contenido de sólidos antes de entrar al proceso de desinfección.

Se desinfecta con radiación UV

Este mecanismo, que viene tras el filtrado, inactiva los patógenos alterando su material genético. Esto asegura un efluente microbiológicamente seguro. Y, para mayor seguridad, en caso de fallos en el sistema UV, se utiliza un sistema de cloración emergente con hipoclorito de sodio para garantizar la desinfección del agua.

Los lodos que se extrae se podrían utilizar en agricultura

De acuerdo con Viviana Muñoz, gerente de Ambiente de la Epmaps, recientemente recibieron la autorización de la autoridad ambiental para la reutilización del lodo que sale del proceso de descontaminación del agua.

Este material sale también, luego de un riguroso proceso, en el que se obtiene el lodo compacto, como tierra, que se podría utilizar como abono para la agricultura. A la semana se obtiene 15 metros cúbicos de este, por lo que sería una gran fuente de reutilización.

Según Muñoz, en otros países se utiliza para la creación de cementos y bloques, entre otros fines, y se espera que en nuestro país se empiece a considerar su uso. Por eso, arrancaron con las investigaciones promoverlo, ya que no sería tóxico ni peligroso.

Foto: Irina Jaramillo

Comunidad informada

Una de las preocupaciones de la comunidad, según Moncayo, es que las plantas expidan malos olores y desechos que podrían afectar su convivencia, como ocurre con los rellenos sanitarios. Sin embargo la experta asegura que hasta el aire que sale del proceso es tratado.

Para minimizar la propagación de malos olores, la planta cuenta con dos estaciones de desodorización que purifican el aire extraído de las unidades de bombeo y del edificio de deshidratación de lodos.

Este proceso asegura que el agua residual  cumpla con las normas ambientales, se corroboró  que ni siquiera en el lugar donde se receptan los desechos, los olores sean de magnitud, al contrario, son poco perceptibles.

En cuanto al agua que sale de la planta, esta retorna al río Machángara y se podría utilizar para el riego, no se la considera aún para consumo humano, pero a decir de los técnicos de la empresa público, a futuro esto podría ser posible.

(I)

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REDACCIÓN

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